Laura Ruiz Espinosa/Poderes&Azmedios
Suchiate, Chis; JUN. 10 (interMEDIOS).- Pese al aumento del cinco por ciento en relación con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) promulgado por la reforma fiscal, el tráfico de mercancía continúa latente en la Frontera Sur de Chiapas, lugar limítrofe entre México y Guatemala, diariamente se observan a los balseros arriesgar su vida al cruzar por las fuertes corrientes del río Suchiate, forma de ganarse la vida en una acción ilegal, pero según digna para sobrevivir.
Aunque las autoridades municipales, estatales y federales mexicanas han realizado un sin número de operativos para tratar de frenar el paso de mercancía en la zona que divide naturalmente a dos países, la actividad persiste con el paso de los años; prueba de ello, es que para una Comerciante del lado mexicano, Cristina González Cigarroa manifestó que la mayor parte de sus ventas durante el 2013 fueron realizadas por chapines, sin embargo, con la homologación del IVA han decaído un 20 por ciento, aunque eso no es impedimento para que los guatemaltecos acudan a surtirse de productos como refrescos, cigarros, cervezas, pañales desechables, azúcar, huevo, leche, detergentes, aceites comestibles, galletas, entre otros productos de la canasta básica.
"Pues no es nada nuevo que se pasa la mercancía por el rio Suchiate, tampoco es nada nuevo que cada que hay operativos se queda quieta la actividad en esta zona que ya es denominada comercial, la verdad es que el aumento del IVA si nos afecta como comerciantes, pero eso tenemos la necesidad de vivir de algo, hemos buscado algunas estrategias, a veces, se da mucho que vienen personas y se hacen pasar por policías queriendo estafar a las personas que pasan a través de las cámaras la mercancía", expuso.
Es bien dicho que en la Frontera Sur de México es una zona muy porosa, donde según las autoridades no pasa nada, pero la realidad es otra, pasa de todo, diariamente a cualquier hora del día se aprecian que los balseros como comúnmente se les denominan, pasan cientos de productos por tan solo 20 quetzales ó según la cantidad de cajas o bolsas a transportar.
Aunque no solo se cruzan productos comestibles, también existe el tráfico de personas centroamericanas que van en busca del sueño americano, así lo confirmó Andrés de Jesús Moguel Escobar, un joven de aproximadamente 20 años oriundo de San Marcos, Guatemala, que decidió salir de su hogar para enfrentarse a una travesía larga, pero con la esperanza de realizar una mejor calidad de vida en Estados Unidos, argumentó que con ayuda de un “coyote” logró pasar hasta territorio mexicano, sabido de que violento las leyes del Instituto Nacional de Migración (INM).
“La vida es muy dura en el lugar de donde vengo, ahorita me dirijo hacia Estados Unidos, ya muchos han dicho que uno como migrante está expuesto a que sufra en el camino pues, pero espero que valga la pena caminar muchas horas con tal que tener una vida mejor, ahorita me ayudaron a pasar unas personas que les llaman coyotes, me cobraron 40 mil quetzales para pasar hasta Estado Unidos, espero llegar con bien y después reportarme con mi familia”, relató.
Pese a que estas actividades estén relacionadas con la ilegalidad, se ha convertido en un cáncer social en la Frontera Sur de México y Guatemala que por años ha persistido pase a lo que pese; para algunas personas es mal visto las acciones clandestinas que pasan arriba de las cámaras de llantas de tráileres que como testigo se encuentra el rio Suchiate, sin embargo, para otros es tan solo una cruel pero real historia de mercaderes y migrantes que luchan por sobrevivir y una añeja forma de vivir
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