Sin límite
Alberto González Martínez
los comicios del primer domingo de julio se pudieran definir mediante el aplausómetro instalado en los parques públicos que han sido utilizados por Beatriz Paredes, primero, y por César Nava, después, inevitablemente tendríamos que reconocer que Neftalí Armando del Toro va a ganar la presidencia municipal.
No se trata aquí de ponerse del lado de tal o cual candidato, por cuestiones de mera simpatía personal. No. Se trata de analizar con cuidado lo que mucha gente ha podido observar en esta cabecera municipal. Porque los dos principales actos públicos que han ocurrido en este mes de junio han sido los protagonizados por los dirigentes nacionales del PRI y del PAN, en ese orden cronológico.
El primer domingo de este mes que transcurre, Beatriz Paredes superó las expectativas: al dar el banderazo de salida a los candidatos del tricolor, tanto a la alcaldía como a las diputaciones locales, en las inmediaciones del Parque Bicentenario, no solo logró que sus simpatizantes abarrotaran el cruce de las centrales sino que propició que mujeres y hombres priístas cancelaran con su presencia el tráfico vehicular en varias cuadras.
Cuatro días después, el jueves 10 de junio, el dirigente nacional del PAN, César Nava, estuvo aquí en nuestra ciudad pero por más esfuerzos que realizaron los escasos panistas del pueblo no lograron juntar ni la séptima parte de lo que días antes había congregado Beatriz Paredes.
Es cierto: la priísta pudo imponer récord porque encabezó un mitin dominical en la tarde; el panista vino de un día para otro, tomando a sus abanderados casi por sorpresa, a arengar a sus huestes en un día hábil. Pero no es menos cierto que las diferencias fueron notables.
Y no lo digo yo. Lo dice la gente que observó tanto la concentración humana que acompañó a la Paredes como la que estuvo con César Nava. Lo aseguran, con firmeza, quienes vieron y escucharon a los dirigentes nacionales de uno y otro partido.
De tal suerte que no es preciso recurrir al conjunto de los números reales para decir que si la elección que viene se tuviera que definir mediante la participación ciudadana en ambos mítines callejeros, el candidato del PRI ya es el seguro sucesor del Cheque Orduña en la caja de cristal.
Los integrantes de la raza de prensa que cubrieron ambos sucesos aventuraron cifras, como siempre ocurre en estos casos. Aquí no caeremos en la tentación de anotar el número de asistentes y simplemente diremos que el total de personas que acompañaron a César Nava en el Parque Central “Miguel Hidalgo” fue seis o siete veces menor que el total que Beatriz Paredes pudo aglomerar en el Parque Bicentenario.
Tal aseveración es contundente, irrefutable, apegada a la realidad que muchos vieron.
Lo que marrulleramente se diga en algunas columnas o se difunda en inserciones pagadas faltará a la verdad de manera patética. Desde luego, nadie deberá sorprenderse si algunos plumíferos a sueldo se atreven a decir que el gentío que acudió a ver y escuchar a Beatriz Paredes fue mucho menor que el que acompañó a César Nava.
De lo que no hay duda es que el desprecio que nuestra gente siente por el Partido Acción Nacional tiene fundadas razones. Es el mismo que ha impuesto nuevo récord en muertos en todo el territorio nacional; es el mismo que prefiere la impunidad antes de afectar a sus protegidos, cuates y recomendados; es el mismo que incrementa
impuestos mientras las élites viven a cuerpo de rey.
Y es el mismo que le robó la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador en julio de 2006. Solo que algunas y algunos perredistas son de tan frágil memoria que ya olvidaron semejante agravio y ahora andan alegremente de mandaderos y chalanes de los panistas que se agandallan las mejores candidaturas y los mejores puestos.
Apenas la semana pasada, el perredista que en las elecciones municipales del año 2007 compitiera por la alcaldía tapachulteca, Martiniano Reyes Palacios, tuvo los arrestos suficientes para decir que los militantes del sol azteca en esta región nunca fueron tomados en cuenta para saber si estaban de acuerdo o no en una alianza con el PAN.
Martiniano es actualmente el secretario general de un remedo de comité ejecutivo municipal que el PRD mantiene aquí en Tapachula. Pero por haberse atrevido a decir la verdad, aunque sea bastante fuera de tiempo, casi casi lo despellejan vivo sus propios cofrades que se han apoderado de la franquicia para hacer buenos negocios aquí en la aldea.
Reyes Palacios no titubea al sostener que la gran mayoría de perredistas tapachultecos no apoyan –ni apoyarán– a Bernardo Thomas ni a Emmanuel Nivón, aspirantes a la diputación local por la zona baja de nuestro municipio y a la alcaldía, respectivamente. Tiene razones de sobra para asegurar que así es y así será.
El uno y el otro fueron impuestos desde el centro del estado por el Gran Elector. Nunca, ni por equivocación, las bases perredistas fueron consultadas para saber si les gustaban o no los candidatos de marras. Es más, ni siquiera fueron tomados en cuenta para que opinaran acerca de Argelia Komukai, la sedicente perredista que surgió de la noche a la mañana sin que se sepa si alguna ocasión tuvo afecto por el bien común.
Tan es cierto que no se pueden mezclar el agua con el aceite que el espectáculo protagonizado el pasado jueves, en céntrico hotel de la ciudad, por Cesarín Nava fue en verdad dramático: el que se dice dirigente nacional del PAN solo saludó con efusividad a Bernardo Thomas y a Emmanuel Nivón; a Argelia Komukai ni la volteó a ver, en una actitud de franco menosprecio a todo lo que huela a PRD.
Pero como los que ahora disfrutan del usufructo de las siglas perredistas aquí en la aldea no conocen ni la dignidad ni la vergüenza, hicieron como que no se dieron cuenta de los desprecios de Cesarín y ahí anduvieron de matraqueros, de chalanes gratuitos y voluntarios, de mandaderos.
Tienen razón: la que se autodenomina presidenta del comité municipal es una mujer de muy escasa escolaridad que en el trienio de Ángel Barrios Zea se hacía llamar contadora sin serlo. Ella es esposa de Jesús Villagrán Matías, actual regidor plurinominal por el PRD.
Vea usted nada más que bonita familia: Concepción Suárez Mejía fue regidora por el PRD en tiempos de Ángel Barrios Zea y ahora es la dirigente municipal del PRD aquí en la aldea; su cónyuge, Jesús Villagrán Matías, es actualmente regidor plurinominal por el PRD y también una de sus hijas. O sea, le pegan a la piñata por partida doble.
Y como ya comprendieron que ser regidor, aunque sea plurinominal, es una chambita excelente, ahora le apuntan a otra regiduría en la planilla de Emmanuel Nivón. Por eso andan alegremente enchufados con los panistas. Lejos están los tiempos en que se decían muy indignados por el robo de la Presidencia de la República que frente a millones de mexicanos cometieron los panistas.
Lo que muchos no saben aquí en la aldea es que panistas de alto rango han desahuciado al PAN anticipándole derrotas por doquier. Tal vez por la lejanía en que nos encontramos, las noticias llegan al pueblo con tanto retraso o quizá simplemente se deba a que los que andan tras una chambita bien pagada en el ayuntamiento no se toman la molestia de leer ni su horóscopo.
El caso es que Rogelio Sada Zambrano, miembro de una de las familias más acaudaladas de México y miembro distinguido del Partido Acción Nacional fue entrevistado por La Jornada y ayer, en la edición dominical, pudimos leer que el hombre está sumamente decepcionado, a tal grado que asegura que el PAN se está convirtiendo en un cadáver.
El empresario, que hace muchos años fundara el Consejo Coordinador Empresarial, asegura que su decepción es tan grande al ver lo que está haciendo el gobierno de Calderón que está considerando, muy seriamente, abandonar las filas del PAN. Es más, comenta que si Manuel Gómez Morín, el más grande ideólogo y fundador del PAN, estuviera vivo, seguramente se revolcaría viendo lo que están haciendo los panistas con el gobierno federal y en varios estados y municipios de la República.
Así que no se necesitan sesudos análisis para saber quién va a perder la elección municipal del primer domingo de julio venidero. La derrota está anticipada y solo los que no lo quieran ver ni entender no lo harán.
Solo es cuestión de ir atando cabos e ir revisando lo que ocurre a nuestro alrededor.
Si usted pondera las visitas de Beatriz Paredes y de César Nava; si toma en cuenta las airadas denuncias y lamentos de Martiniano Reyes Palacios, el perredista que se dice burlado por una alianza en la que nunca fueron tomados en cuenta los militantes de base; si ubica en su justa dimensión la decepción de Rogelio Sada Zambrano y el coraje largamente contenido de millones de mexicanos que fueron engañados por el hombrecito que amenazó que sería el “presidente del empleo”.
¿Cree usted, sinceramente, que el PAN tenga alguna pequeña posibilidad de triunfo?
No me conteste. Solo reflexione. Mientras lo hace, el autor de estas letras le dice… ¡Hasta mañana!