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Suchiate. Chiapas.-Denominada bajo el seudónimo de “La Tijuanita del Sur” o como en la actualidad es considerada “El santuario de la droga” de Centroamérica, Suchiate, al igual que Talismán, la Mesilla y Tecún Umán son reconocidos como corredores de arma, tratante de blancas, trafico de humanos, armas y principalmente de droga.
Estos municipios fronterizos de México Y Guatemala son “caldo de impunidad” y plataforma idónea para los líderes de los carteles y mafias que día a día se disputan el control, bajo la sospecha de trabajar en contubernio con altos mandos de las diversas policías de ambos países.
Es de dominio público que el país de Guatemala es considerado por la misma Procuraduría General de la República como “El corredor” con mayor presencia de narcotraficantes.
Sabedores de que en el estado de Chiapas existen testimonios de algunos decomisos propiedades de los líderes como; Joaquín Guzmán Loera, Vicente Carrillo Fuentes, los hermanos Arellano Félix, Osiel Cárdenas y Pedro Díaz Parada.
Allá en la tierra y “Santuario de la Droga” en Guatemala, la guerra a muerte existe, entre dos capos en la disputa del territorio; “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, y Osiel Cárdenas, jefe del cártel del Golfo.
Es una contienda sin tregua y sigilosa entre Joaquín “El Chapo” Guzmán y Osiel Cárdenas Guillén en la pelea de alianzas y del dominio de los cárteles del país centroamericano.
Las autoridades del país centroamericano consideran que la matanza ocurrida hace algunos días en Huehuetenango es clara muestra de la rivalidad entre estos capos de la droga, esto viene ha corroborar que la geografía del narcotráfico en territorio “chapín” es un negocio redituable.
¿En Chiapas quien la hace la paga?
Esta situación es caldo de cultivo para el crimen organizado y el narcotráfico en su modalidad de “narco-control”.
La guerra sin cuartel entre cárteles y las fuerzas del Ejército y corporaciones policiacas con saldos alarmantes son el resultado de una danza de cifras que bien pudieran estar “escamoteadas”, para decir que en la franja fronteriza no hay tregua al narcotráfico y después expresar “En Chiapas quien la hace la paga”, como lo hace en repetidas ocasiones el Ministro de Justicia Amador Rodríguez Lozano.
Parece que los últimos acontecimientos ocurridos en la franja fronteriza ponen a temblar y hacen contraste con las declaraciones vertidas después de hacer la “supuesta” Quinta Encuesta Nacional sobre Inseguridad, pues pareciera que por el “Modus Operandi” de las ultimas ejecuciones están vinculadas por el narcotráfico, mismo que ha ganado terreno a las corporaciones policiacas dedicadas al combate de este mal, mientras que las bandas del narco han ramificado sus operaciones en la línea fronteriza.
¿Frontera Sur Blindada o es un Show Montado?
En los últimos días, algunos municipios de la franja fronteriza permaneces bajo el resguardo de grandes escuadrones militares, policías de diversos niveles, e inclusive supuestos grupos especiales, para sellar la línea entre México y Guatemala.
Sin embargo el terreno esta siendo ganado, pues el flujo de la droga por varios puntos, principalmente de la cocaína, filtrado a través de las vías de paso, por redes de carreteras de la línea fronteriza y de traslado marítimo a través de balseros por el río Suchiate.
Los resultados se espera que mejoren, los habitantes viven bajo un yugo de temor y zozobra, y es que según ellos, a pesar de estar rodeado de elementos de seguridad, las últimas ejecuciones, secuestros, levantones y atentados, son una muestra clara de que la impunidad brinca de lado a lado.
“Municipios fronterizos de Chiapas son utilizados como cementerios de cadáveres producto del narco”
Hoy algunos municipios como Suchiate y Tuxtla Chico podrían ser utilizados como “Cementerios Clandestinos o Tiraderos de Cadáveres”
Hace unos días un sujeto encajuelado fue localizado en un camino de extravío en Tuxtla Chico, con claras muestras de tortura y el tradicional tiro de gracia, que según el diccionario dentro del ámbito de procuración es conocido como “Ejecución”.
Días más tarde ocho personas muertas envueltas en bolsas de plástico negras, algunas de las víctimas con claras huellas de tortura, fueron localizadas. Y
Los cuerpos fueron encontrados en el municipio de Tuxtla Chico, una zona cercana a la frontera de México con Guatemala, donde recientemente fuera escenario campal de una balacera entre miembros de capos de la droga antagónicos.
Las autoridades de justicia de Chiapas indicaron que las personas, aparentemente todas asesinadas con armas de fuego, fueron halladas cerca de una carretera, en una zona despoblada y en dos puntos distintos por vecinos del lugar.
Tres muertos fueron dejados en un lugar y a unos 600 metros fueron arrojados los otros cinco, ambos casos ponen en tela de juicio de que estas ejecuciones son realizadas en territorio chapín y solo son tiradas en la geografía chiapaneca.
Los occisos fueron identificados como Erik Ramírez Javaloi, de 27 años con domicilio en Ciudad Hidalgo, donde trabajaba de balsero en el río Suchiate. Asimismo también se identificaron los cuerpos de Francisco Javier Pérez Zárate, de 23 años, y Marco Antonio Zárate Vázquez, de 30, ambos con domicilio en Suchiate.
Se presume que los ocho ejecutados habían guatemaltecos, mexicanos originarios de Suchiate y tres presuntamente de nacionalidad colombiana.
Esta es considerada según la SEDENA, como “La Ruta del Pacífico” inicia en Suchiate y Arriaga, para después pasar por Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima y Nayarit hasta desembocar en los de Baja California. Esto es el largo peregrinar y los “modus operandi” que se viven en el Santuario de la Droga, considerado así los puntos geográficos entre México y Guatemala, que viven un binomio compartido; La Ruta del Narco./Por Darinel Zacarías/Fronterizo Chiapas