martes, 21 de abril de 2009

Perro muerto provoca movilización policiaca en Tapachula

Ramón García/Fronterizo Chiapas
Cuarto Poder Tapachula, Chis, Abril.- La confusión por un perro putrefacto tirado en la esquina de la 13ª, avenida sur y 6ª. Privada Oriente, a un costado de las instalaciones de la Zona Militar, que estaba cerca de un carro americano sin placas de circulación, provocó una movilización en la que decenas de Policías Estatales Preventivos, policías ministeriales, dos agentes del Ministerio Publico, Servicios Periciales así como empleados y dueños de dos agencias funerarias que acudieron presumieran que se trataba de un “encajuelado”. La alerta ocurrió este martes por la mañana luego que vecinos denunciaran el fétido olor que presuntamente provenía de la cajuela de un carro Cavalier color blanco sin placas de circulación estacionado en ese lugar cerrado con llaves que tenía en el tablero un permiso de importación a nombre de Severo Luis Antonio Santiago Garza a la llegada de los policías ningún vecino hizo acto de presencia. El arribo de policías estatales preventivos fue rápido y notorio pues sus instalaciones quedan a muy corta distancia del lugar de inmediato empezaron a proteger el área, le siguieron en esta acción policías municipales, así como los ministeriales que una vez más llegaron en un auto sin placas de circulación. Mas tarde acudieron dos agentes del Ministerio Público del Fuero común y de servicios periciales que con su marcada prepotencia empezaron a retirar del lugar a la gente, sin embargo no pudieron abrir el vehículo, estaban a la espera de la llegada de quien abriría el vehículo presuntamente abandonado, sin embargo uno de los empleados de las dos funerarias que andan junto con los peritos señaló que el olor nauseabundo provenía de unas bolsas de plástico tiradas en la esquina y a la que los mismos vecinos habían tirado cal encima para evitar la peste. En ese momento entro la segunda fase de acción de los expertos, peritos y policías de las distintas corporaciones entonces pegaron la nariz a la cajuela y reconocieron que los malos olores no provenían del interior del vehículo sino que efectivamente provenían de las bolsas de plástico, la funeraria, de tal manera que empezaron a retirarse. El acuerdo tomado entre los mandos que acudieron al lugar señalaba que tendrían que poner a disposición de la autoridad el vehículo porque estaba abandonado.

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