Laura Ruiz Espinosa
Poderes&Azmedios
Tapachula, Chis; ENE. 12 (interMEDIOS).- Como parte de las celebraciones católicas en México, las sentadas de niño Dios siguen presentes entre las familias, que buscan los mejores trajes para rendirle honores al niño Jesús tras su nacimiento, sin embargo, durante la realización de estas fiestas es toda una tradición que se degusten las hojuelas que adornan de mucho sabor las costumbres en el país.
Al menos en Tapachula existen diversos negocios familiares que acostumbran a realizar las también conocidas como “el pañal del Niño Dios”, uno de los establecimientos que ha permanecido por más de 35 años en la elaboración de las hojuelas se ubica en la 11ª avenida sur frente a la Escuela Primaria “Sor Juana Inés de la Cruz” en esta ciudad.
En voz de su propietaria, Rubidelia Hurtado Morales relató en que gracias a la herencia familiar aprendió a elaborar este postre, bien sea con miel, espolvoreadas con azúcar o un chorrito de leche condensada son servidas principalmente en las celebraciones por el nacimiento del Niño Dios; el negocio ha crecido de generación en generación manteniéndose en la preferencia de la gente.
Basta con entrar al lugar para sentir ese aroma de las hojuelas friéndose, donde cerca de 10 personas trabajan desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, concentradas para abastecer las cajas del postre tradicional para varios municipios de circunvecinos de Tapachula, inclusive de hasta Guatemala.
La Temporada Fuerte
Según Doña Rubidelia, la temporada más fuerte comienza a finales de noviembre, la clientela sube y la jornada de trabajo se incrementa, inician a las nueve de la mañana para preparar la masa, después de un lapso de tiempo comienzan a trabajar hasta cumplir con todos los pedidos. De lunes a jueves, explicó, se llegan a vender de mil 500 a dos mil hojuelas diarias; mientras que los fines de semana suman hasta 15 mil entre viernes, sábado y domingo.
Los clientes que llegan a encargar año con año sus tradicionales hojuelas son de todo tipo, de todos lados, a cualquier hora durante el día, tarde y hasta parte de la noche. La propietaria del negocio, añadió que no importa la clase social, color de piel, vestimenta, sino lo principal es que prueben “los pañales del Niño Dios” que sean de su preferencia, no solo por el sabor sino también por los accesibles en su costo, para que siempre regresen por más.
Detalló que por más de seis años había mantenido el precio de venta a mayoreo, pero los productos que utiliza aumentaron y es por ello que para este 2015 oscilan a 400 pesos el centenar de este rico postre lleno de tradición y dulce sabor, además que son muy solicitadas por habitantes de diversos municipios aledaños al Soconusco.
El Significado
Con una sonrisa en el rostro Rubidelia Hurtado contó que las hojuelas se consumen más en esta temporada porque se relacionan con el nacimiento del Niño Jesús, cuando María pidió posada junto a José, “por eso se acostumbra a dar en las nacidas, porque las hojuelas simbolizan los pañales del Niño Jesús, hay quienes dicen que sin hojuelas no hay sentadas”.
Destacó que la receta tradicional es única, pero siempre se realiza de manera distinta, en su caso tienen su propio secreto para elaborarlas, gracias al cual han logrado estar en el gusto de la gente, basta con mezclar harina, leche, jugo de naranja y toque de sal, para después preparar la miel con las que se bañan, hechas de azúcar y colorante rojo para darle ese toque especial.
Hurtado Morales recalcó que en México se adoptó gracias a la cocina española durante la conquista y desde entonces enaltece el paladar de quien lo prueba, por ello no puede faltar este postre en las sentadas del Niño Dios.
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