Tuxtla Gutiérrez, Chis., 05 JUN.- El sacerdote Heyman Vázquez Medina, férreo defensor de los migrantes en la costa de Chiapas, denunció que un grupo de personas del municipio de Huixtla, se oponen a la creación de un albergue para los centroamericanos en tránsito el cual funcionaría en una capilla totalmente abandonada desde el huracán Stan desde el 2005.
El religioso quien años atrás también fundó la casa del migrante El Hogar de la Misericordia en el municipio de Arriaga en los límites con Oaxaca, envió una carta a los organismos defensores de derechos humanos para denunciar xenofobia para con los migrantes, quienes señala, desde su ingreso a México por Chiapas, “siguen recibiendo todo tipo de abusos, de la delincuencia común y de las autoridades de los tres niveles de gobierno”.
Las y los migrantes indicó, “llegan con hambre y enfermos a la parroquia, y el gobierno no tiene ningún interés en apoyarlos”.
El ahora párroco de Huixtla, narra que las autoridades conocen la vulnerabilidad de la población migrante, pero no hacen nada por mejorar el escenario de abusos en su contra.
Diariamente señala, recibe en su parroquia entre 20 y 30 centroamericanos que están durante el día en el atrio y en el patio de la iglesia, hasta “donde llegan los coyotes y tratantes que se llevan a las mujeres, y no sabemos qué pasa con ellas; muchos son extorsionados por habitantes de Huixtla que prometen llevarlos a la frontera norte, pero que los abandonan en el camino”.
Vázquez Medina relata en su carta que los migrantes “llegan con la salud muy precaria”; a muchos enfermos los lleva al hospital civil donde le cobran la consulta, mientras que en el salón de su parroquia les proporciona una colchoneta para descansar esperando que se recuperen, por eso consideró que “es urgente un lugar donde puedan estar más seguros y en mejores condiciones”.
Para la remodelación de la capilla abandonada que serviría de refugio a los migrantes, el sacerdote menciona que ya invirtió todos sus ahorros en el acondicionamiento de la ermita abandonada para crear el albergue que iba a inaugurar el pasado 3 de mayo, pero un grupo de 30 personas llegaron al lugar el pasado 26 de abril para echar a los tres migrantes que en ese momento se encontraban allí, “pusieron una cadena y se apostaron en ella”.
Las 30 personas están además visitando a las familias del barrio Santa Cruz para que firmen amenazándoles que si no lo hacen, no recibirán apoyo de los programas del gobierno, argumentando que los migrantes “son delincuentes y van a tener mucha inseguridad y acoso sexual a sus hijas, además cuestionan porque apoya a los migrantes, que en el albergue va a llevarlos a vivir como reyes, a dormir en camas y buenos colchones”.
El sacerdote afirma que el alcalde del lugar, Gustavo Cueto Villanueva, sabe de la problemática en la zona, y aunque le ha manifestado su disponibilidad para dar seguridad a la población en el barrio, lo mismo que la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en contra de los Inmigrantes, a construir un módulo de vigilancia las 24 horas, “no han cumplido”.
El municipio de Huixtla, localizado en la región de la costa, forma parte de la ruta natural que siguen miles de migrantes centroamericanos transitan desde su ingreso de forma indocumentada por la frontera con Guatemala.
En la zona refiere el sacerdote, se encuentra el sitio conocido como La Arrocera, donde todos los días se reportan asaltos y agresiones en contra de los centroamericanos, por lo que solicitó ayuda en la busqueda de una solución a la problemática.
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