Particia Díaz Chong, asistió a denunciar a este prefecto, ya que su hija era víctima de bulling, cuando su menor hija, llevaba tortas para sus primos, mismas que no representaban competencia para los vendedores de la escuela, sin embargo el mencionado prefecto, la llevó a los salones poniéndola en evidencia de una nueva “tortera” en la escuela, situación que se hizo del conocimiento del subdirector Josue Hau Villarreal, quien dijo llamaría la atención a dicha persona.
Aldo Chiu, ex alumno de esa escuela, denunció que ese prefecto, cuando era alumno de la secundaria mencionada, le quitó una pastillas “Excedrín”, mismas que estaba consumiendo bajo constancia médica, tratándolo de “drogadicto”.
A través de las redes sociales han surgido más denuncias en contra de este sujeto y algunos maestros que hacen lo que les viene en gana; se sabe de varios casos donde el prefecto decomisa los teléfonos celulares y revisa su contenido, abusando el poder que le confieren los padres de familia en esa escuela.
El pasado lunes, el alumno Duilio José Escobar Bautista, denunció que en repetidas ocasiones a sufrido agresiones verbales de parte de este sujeto, por lo que junto a este servidor como tutor acudimos a hablar con el director, de la escuela, quien señaló que “hablaría” con el prefecto para evitar siga con actitudes equivocadas.
Este corresponsal, a través de las redes sociales, denunció algunos señalamientos que han hecho en contra de esta persona, a este, se sumaron denuncias como las del ex alumno que fue tratado como drogadicto, pero la gran mayoría se quedan callados por temor a represalias.
Ayer al filo de las 9:30 de la mañana, el prefecto Francisco Sanchez Palacios, acompañado del maestro de Inglés de nombre Ernesto, llegaron al domicilio de este servidor, prepotente amenazándome por la publicación hecha en las redes sociales y que mi menor hijo, sería dado de baja, que no tendría el derecho de asistir a clases y que en la escuela me esperaba, “que se desquitaría con mi hijo y haber si tenía los pantalones para llegar a la escuela” ya que cuenta con el apoyo del director.
A los 20 minutos más tarde llega precisamente mi menor hijo, Duilio José Escobar Bautista, con un documento de la escuela, firmado por el director José Luis Acosta Alonso, señalando que “no había entrado a clases de Arte”.
Ante toda esta situación demandaré penalmente a esta persona por lo que resulte responsable, así mismo dirigiré una queja a la supervisión escolar, para que este tipo de abusos no se den en contra de los alumnos de este lugar, por empleados escolares prepotentes que abusan del cargo que se les confiere. (Arnulfo E. Maldonado/Corresponsal).
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