México, D.F.- De acuerdo con la doctora Margarita Pulido Navarro, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, en México, setenta y cinco por ciento de la población que actualmente trabaja en el país padece estrés crónico.
La también investigadora de la maestría en Ciencias de la Salud de esta casa de estudios dijo que la inseguridad, ambientes hostiles de trabajo, malos tratos, control excesivo, salarios mínimos, así como actividades monótonas y carentes de un desarrollo profesional son algunos detonantes para el aumento de estrés laboral.
“Hoy en día, los mexicanos viven para trabajar, las funciones en el trabajo son repetitivas y todo se constriñe a la obtención de satisfactores básicos para la supervivencia”, comentó Pulido Navarro.
Aunado a problemas emocionales y sociales que se desprenden del estrés laboral crónico, los efectos negativos en la salud son una consecuencia directa y casi inmediata.
La especialista en salud explicó que este tipo de estrés puede ser un detonante para desarrollar enfermedades como diabetes mellitus, cardiopatía isquémica, cáncer y vulneración de las funciones del sistema inmune. Depresión, ansiedad, altos niveles de hostilidad e irritabilidad también son padecimientos derivados del estrés crónico laboral.
Una investigación efectuada en empleadas de la industria maquiladora, bajo la coordinación de la doctora Navarro, reveló que, debido al sometimiento prolongado al estrés, estas mujeres presentaban bajos niveles de anticuerpos; como consecuencia, algunas de ellas manifestaban faringitis, sinusitis, trastornos del sueño, problemas digestivos, ansiedad, entre otros.
“Las exigencias por alcanzar metas de producción cada vez más altas, jornadas laborales prolongadas, ritmos de trabajo intensos y tareas repetidas en condiciones inadecuadas marcan la vivencia cotidiana de estas mujeres”, señaló Navarro Pulido.
En un estudio subsecuente, la especialista de la uam analizó a una población conformada por hombres y mujeres empleados de talleres domiciliarios de costura. Los resultados fueron que 80 por ciento de este grupo de personas presentó dislipidemia (alteración de lípidos en la sangre), 73 por ciento padecía obesidad, 15 por ciento hipertensión y otro 15 por ciento problemas gástricos derivados de un ayuno constante.
La especialista en salud advirtió que, luego de ambos estudios, los resultados obtenidos dan cuenta de que dos problemáticas aparentemente separadas —estrés laboral y enfermedades crónicas— son en realidad una sola, y que el número creciente de padecimientos crónico-degenerativos también está ligado a este tipo de estrés.
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