Tuxtla Gutiérrez. Chiapas.-El gobierno estatal reforzó sus programas de conservación y protección de la tortuga marina que arriba a las costas chiapanecas, ante la depredación y el saqueo creciente en que sobrevive el quelonio, clasificado como una especie en peligro de extinción. La temporada pasada, lugareños saquearon más de 850 nidos del litoral del Istmo-costa para ser consumidos y comercializados clandestinamente. A las playas del Pacífico arriban durante todo el año especímenes de tortugas golfina, laúd, carey y prieta, para desovar en sus playas en su ruta migratoria por Centroamérica. José Salvador Rodríguez Alcázar, coordinador del proyecto de Protección y Conservación de la Tortuga Marina de la secretaría estatal de Medio Ambiente y Vivienda informó que desde hace 19 años la especie es protegida y vigilada en cuatro campamentos del litoral. El funcionario aseguró que en esos centros de estudio y vigilancia, instalados en Puerto Arista y Boca del Cielo de Tonalá, Costa Azul de Pijijiapan y Barra Zacapulco de Acapetahua, se han invertido más de 22 millones de pesos para preservar el quelonio. Rodríguez Alcázar, especialista en ingeniería bioquímica en administración y explotación de recursos acuáticos, advirtió que los depredadores más letales de la especie son los recolectores furtivos, la destrucción y contaminación del hábitat. "Son varios factores que atentan contra la tortuga: la cacería furtiva, la pesca de arrastre, los palangres, y trasmallos que han ocasionado una disminución de la especie, así como la contaminación ambiental y la perturbación del hábitat", precisó. El área de Protección y Conservación de la Tortuga Marina de la secretaría estatal de Medio Ambiente y Vivienda reportó que el año pasado se tuvieron más de 5 mil 800 desoves en los cuatro campamentos. Estimó que en el litoral chiapaneco habitan alrededor de 3 mil 500 hembras "anidadoras" y una población total de 7 mil ejemplares.
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