Escuintla, Chiapas.- La moniliasis ya no es un riesgo para el cultivo del cacao en Chiapas, se ha logrado controlar mediante labores culturales, que ha permitido empezar a recuperar la producción y lo único que se requiere es no bajar la guardia, continuar con el mantenimiento de las plantaciones y “aprender a convivir con ella”.
Los productores han encontrado nuevos alicientes en los convenios de comercialización alcanzados en diversos países de Europa, principalmente Francia e Italia, en donde incluso se elaboran libros relacionados con el origen del grano en la región del Soconusco, considerándolo como uno de los mejores del mundo por su aroma y sabor.
Con dos hectáreas y media que entremezcla con otros frutales como mamey, aguacate, naranja, coto, rambután, piña y guineo –plátano-, así como algunos maderables como cedro, roble y primavera, el agricultor Benjamín Rivas Montes, asegura que el cacao le ha permitido sacar adelante a su familia.
Muestra su parcela “Buenos Aires” en la comunidad San Felipe Tizapa, cuyas plantaciones están cargadas de frutos. “La monilia la hemos logrado controlar con trabajo, podas, deshijes, aplicaciones de foliar elaborado con panela y melaza de la caña, así como abono orgánico preparado con la composta de la cáscara de las mazorcas.
Explica que ya el corte principal pasó, pero en los árboles todavía se pueden apreciar cientos de mazorcas: “tenemos cacao calabacillo o Costa Rica, lagarto y criollo, de semilla blanca, el originario de aquí, del Soconusco”.
Un grupo de productores y técnicos del Centro de Agroecología San Francisco de Asís (Casfa) realizaron un recorrido por el lugar para conocer las técnicas del manejo sin la utilización de productos químicos. “Cuando llegó la monilia bajó nuestra producción hasta 40 kilos y ahora ya logramos recuperarnos”, explica.
Reconoce que en la actual administración estatal es cuando más respaldo han tenido los productores del gobierno para el impulso a la producción, el control de plagas y comercialización que permite acceder a nuevos mercados.
Al respecto, el director de Casfa, Jorge Aguilar Reyna, afirma que el cacao de Chiapas se ha posicionado a nivel internacional y el haber acudido a la Feria Mundial del Chocolate en París, Francia, permitió abrir nuevos nichos de mercado para el grano que ya es altamente cotizado.
Dijo que el control de la monilia es un hecho y la recuperación de la producción también, lo cual permite tener mejores expectativas del cultivo en el futuro, aunque también se trabaja en renovación de plantaciones de alta calidad genética.
En el predio “Buenos Aires” se ubica precisamente uno de los viveros con más de cuatro mil 500 plantas que serán utilizadas para renovar aquellas áreas que ya no son suficientemente productivas, reconociendo el respaldo del Instituto de Reconversión Productiva y Agricultura Tropical (Irpat) en su instalación.
Las plantaciones de cacao están conformadas por una variedad de plantas. “Son bosques altamente productivos y como tal se debe intensificar la atención hacia el sector, ya que no solamente se trata de un cultivo generador de empleo y recursos económicos, sino que también ayuda a la conservación del medio ambiente y a evitar el calentamiento global”, sostiene Aguilar Reyna.
En medio de un altar en donde pusieron las imágenes de la Virgen María y San Francisco de Asís, con frutos del cacao, flores e incienso, los productores afirmaron que no se debe dejar perder a un “tesoro de la biodiversidad”, al ser este un cultivo de los pocos con diversas variedades de frutas y maderas preciosas que conviven entre sí sin hacerse daño.
Reconoció que la Secretaría del Campo a través del Irpat impulsa una serie de acciones para el rescate del cacao de Chiapas, porque lamentablemente en los últimos años se perdieron importantes áreas que se busca nuevamente volverlas a su condición natural.
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