miércoles, 18 de abril de 2012

Detectan casos de rabia en ganado de Chiapas

Agencia Poderes

Tapachula.- Centro, Costa y Frailesca registraron las primeras infecciones y decesos de animales por rabia, en lo que va del año. La protección de menos del 1 por ciento del hato ganadero local eleva el riesgo de que el problema sea extendido a otras regiones. 

Los productores fortalecerán las medidas preventivas con recursos propios, dada la falta de coordinación con el Comité de Sanidad, instancia que debe atender la situación, anunció el secretario general de la Unión Ganadera de Chiapas (UGC), Diego Gordillo Figueroa. 

Informó que Cintalapa, Villaflores y Venustiano Carranza son parte de las demarcaciones que notificaron fallecimientos de vacas, caballos y animales domésticos atribuidos a la rabia. La baja cobertura de las acciones y la falta de coordinación con el organismo responsable ampliarían la incidencia a otros lugares. 

El líder dio a conocer que las 300 mil vacunas adquiridas durante 2009 alcanzaron para cubrir a menos del 1 por ciento de las 2 millones 500 mil cabezas de ganado del estado, sin contar a caballos, burros y otros animales con inventarios cercanos a dicha cifra. 
Dijo que las reuniones con integrantes del Comité no son celebradas desde hace cuatro ejercicios, tiempo en que son ajenos a los resultados de las estrategias y al uso del presupuesto asignado al organismo, "aun cuando los servidores públicos están instruidos a manejarse con transparencia y honestidad". 

"El Comité de Sanidad, en el que el gobierno invirtió mucho dinero, no está aplicando los recursos de forma correcta. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) no convocó a una reunión para que conozcamos sus finanzas", puntualizó. 

Gordillo Figueroa confirmó que reforzarán las medidas preventivas, entre ellas, la aplicación de vacunas, aunque los recursos serán costeados por los productores, dada la falta de relación con él. 

La rabia es un virus incurable contagiado por la mordedura de animales, como murciélagos, perros, gatos, entre otros. No respeta tamaños ni especies. Es un problema de salud pública por su potencial de proliferación.

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