Agencia Poderes
San Cristóbal de Las Casas.-El obispo Felipe Arizmendi Esquivel se pronunció a favor de mejorar los servicios del Instituto Nacional de Migración (INM).
Asimismo, de evitar corrupción en el interior de esa institución, para preservar las garantías de quienes ingresan y atraviesan el país.
En el marco de la Jornada a favor de los Migrantes y Refugiados, indicó que lo deseable no es que desaparezca el INM, porque se puede formar otra institución; sin embargo, planteó, es necesario "un cambio de actitudes" en beneficio de los inmigrantes.
El prelado recordó que en Chiapas "tenemos la dolorosa experiencia de con inmigrantes que vienen de Centroamérica rumbo a Estados Unidos, pues son vejados, ultrajados, explotados y secuestrados por bandas de delincuentes y narcotraficantes".
Las autoridades estatales luchan por contrarrestar esa situación, pero es indispensable intensificar los esfuerzos para consolidar los avances en defensa de esas personas, consideró.
Refirió que "se acaba de hacer un desalojo en Tenosique, Tabasco, y obviamente si tiene que aplicarse la ley en cuanto a la residencia de extranjeros para no violar sus derechos humanos y no separar a las familias, hay que ser muy cuidadosos".
También comentó que otra cara del problema son los emigrantes nativos de Chiapas que salen a Playa del Carmen y Cancún, Quintana Roo, así como al norte del país y al extranjero en busca de alternativas a la pobreza.
Lamentó lo que sufren las familias y la pérdida de la cultura rural e indígena, con toda su riqueza de idioma, costumbres, religión, y criticó que "cuando regresan a sus comunidades se sienten extraños, critican a sus mayores y a sus paisanos".
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