San Cristóbal de las Casas, Chiapas.-. Alrededor de las 17 horas del martes, llegó a la Catedral de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Calderón acompañado del Estado Mayor Presidencial (EMP), quienes bloquearon gran parte de la plaza de la paz para que el presidente tuviera libre acceso a la catedral. Calderón llegó a visitar la tumba del Obispo emérito Tatic Samuel, porque su visita no duró más de 10 minutos.
Mientras el presidente se encontraba dentro de la catedral, en la plaza los ciudadanos san cristobalenses Conchita Avendaño y su esposo Rusbel Lara González, comenzaron a gritarle al presidente “asesino” y fue cuando los elementos del Estado Mayor Presidencial, vestidos de civiles, arrastraron al hombre y la mujer que pedían ser escuchados.
La mujer comenzó a gritar que estaban privándola de su libertad de expresión, sin embargo los elementos la llevaron hasta el otro extremo de la plaza, mientras que a su compañero lo trasladaron por otra calle.
Cuando Conchita comenzó a gritar y preguntar por su compañero, un turista, al parecer argentino le gritó indicándole hacia qué calle lo habían llevado, lo que desató la ira de los elementos policiacos. Fue golpeado pero en el forcejeo logró escapar momentáneamente gritando que era turista y que lo ayudaran a encontrar a su esposa. Justo en la esquina de la plaza de la catedral fue nuevamente interceptado estrellándolo contra la pared de un banco, golpeado y esposado de una mano.
En este momento fue cuando la gente que estaba presente comenzó a gritarles que no lo golpearan, que era turista, que lo privaban de su libertad pidiéndole a los del EMP que se fueran de San Cristóbal, que no querían violencia pero ellos llegaban sólo a golpear a quien se les pusiera enfrente.
Finalmente le quitaron las esposas ya que fueron rodeados por los ciudadanos. En este momento fue cuando Calderón salió, se subieron a las camionetas, se fueron y dejaron a la policía vial de la ciudad para que despejaran la zona.
El turista de procedencia argentina acudió junto con su esposa a las oficinas de turismo para que se les indicara en a dónde podían acudir para presentar su denuncia. De los ciudadanos Sancristobalenses se supo que después de haberlos separados los dejaron libres.
Todo esto sucedió en menos de diez minutos que fue lo que duró la visita de Calderón a la Catedral.
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