LA ESTACA.

MA.DE LOURDES CORZO V. Tío Belis. Es completamente satisfactorio, motivante y agradable vivir en el pueblo que vio nacer y crecer a Belisario Domínguez…Tío Belis para los paisanos. Es el nombre que de cariño le ha dado su gente al súper héroe local. Entre otras muchas cosas valiosas que él legó a Comitán, está el que a nivel mundial se le conozca como “La cuna de la libre expresión” y precisamente en estos días hemos de celebrar el aniversario de su natalicio. El amigo Hermilo Aranda sin duda alguna nos invitará a varios eventos en la Casa Museo del honorable personaje y en la mayoría de las escuelas rendirán homenaje al prócer en sus periódicos murales y festivales. Todo esto es muy agradable y más lo sería si a los jóvenes les enseñáramos el verdadero valor de la libertad de expresión, y los valores intrínsecos que van en ella. Uno de ellos, quizá el más importante es el valor civil. ¿Quien te cree? Por otro lado resulta verdaderamente vergonzoso ver a las autoridades de “más alto rango”, celebrar homenaje y llevar la tradicional corona floral ante los monumentos erigidos a la memoria de Belisario Domínguez y lanzar discursos trepándose al banquito de la libertad de prensa , haciendo mención (YA ME LOS IMAGINO) de que “nuestro señor gobernador Juan Sabines derrocó la ley mordaza y ahora gozamos de la libertad de expresar y comunicar libremente como lo dejó establecido nuestro querido Belisario Domínguez al morir sacrificado por tener el valor de…..”Tata ta tata. Ojala también mencionen que en lugar de esa aberrante ley mordaza que llevó a muchos comunicadores a la desgracia, hoy los gobiernos encontraron una forma más pacífica y “light” de amordazar a la prensa y de conseguir que ésta los alabe y magnifique hasta su máxima apariencia: El color del dinero. Ésta nueva forma de ley mordaza seduce a los propietarios de los medios de expresión, seduce también a las plumas más aguerridas que antes pregonaban airadamente:”Mi pluma no tiene precio”, “Mi pluma no se vende”… con dinero y prebendas pocos son los que no han sucumbido. Los medios hacen como que solo ven cosas benéficas y positivas para el pueblo en las acciones y omisiones del gobernante y su camarilla de esbirros… y definitivamente no ven nada malo, absolutamente todo es correcto y los gobernantes crecen y crecen en poder, en política y en dinero…muuuucho dinero, en medio de la impunidad y la oscuridad que les prodiga la sombra de la prensa. Sin embargo no debo generalizar…porque hay muchos comunicadores que son verticales, honestos y en medio de esta nueva modalidad de mordaza buscan los medios de decir las cosas como son, sin caer en la seducción de ganar dinero perdiendo la credibilidad. Y como siempre…la casa pierde. Y los que como siempre quedan sumidos en la neblina de la confusión son los ciudadanos que aunque están sufriendo un mal gobierno, una mala gestión de los funcionarios , carencias, fraudes, malos tratos, pésimos servicios públicos etc., buscan donde denunciar y las puertas de los medios de comunicación están cerradas para ellos. Las personas que leen los diarios buscan información y solo encuentran alabanzas y halagos de los ahora convertidos en sopla nucas, hacia la figura del gobernante. Y si encuentras publicado algo en contra de algún personaje en especial, aderezado con lenguaje ofensivo y sacándole hasta los ojos, quiere decir que ese compa no se “ha puesto la del puebla”,no le ha entrado con su chayote . Así las cosas en este aniversario del natalicio del hombre que puso muy en alto una actitud de la que hoy carecen la mayoría de sus paisanos. Tan alto la puso que hay una medalla de honor que lleva su nombre y se le otorga únicamente a personas con valía extraordinaria. Poblaciones, escuelas, calles y colonias en todas las ciudades del país llevan el nombre de Dr. Belisario Domínguez Palencia, chiapaneco…comiteco. Aquí en especial tenemos el privilegio de contar con su figura de manera muy cercana y familiar. Es nuestro, podríamos decir. Ojala hagamos nuestro también el orgullo de llamar a las cosas por su nombre y ejercer esa libertad de expresión, dejando a un lado la ambición económica que hace que una actividad digna y respetable se convierta en servilismo y complicidad. El tener la facultad y el modo de comunicarse con la sociedad es un trabajo sumamente gratificante y no muchos tienen este privilegio. Quienes tienen los medios en sus manos y el poder de decidir entre venderse y ejercer el periodismo veraz dirán la última palabra y la sociedad no es tonta ni ciega: juzgará.