lunes, 10 de marzo de 2008
Los delitos con violencia en México
Los delitos con violencia en México son considerados delitos de contacto, en los cuales el victimario amenaza a la víctima mediante la utilización de armas -ya sea blanca o de fuego- y en donde el riesgo y la gravedad del delito son mucho mayores que en cualquier otro.
En este tipo de delitos se utilizan también formas diversas para intimidar a las víctimas, que no siempre es con el empleo de armas; es decir se puede utilizar la fuerza o la intimidación para alcanzar lo que se busca.
El catálogo de delitos violentos incluye a las agresiones y amenazas, los secuestros y los patrimoniales en los que se utiliza la violencia: robos en donde hay víctima presente y se entra en contacto con el delincuente. Por ejemplo si la víctima de un robo a casa habitación no se encuentra en el momento de la comisión del delito, se considera robo simple.
Existen dos tipos de delitos violentos, aquellos que son una reacción inmediata ante determinada situación y aquellos en que existe premeditación. Si una persona entra en una tienda para robar y en el forcejeo hiere o lastima al dependiente, es diferente de aquél en donde el delincuente planea asesinar a una persona.
En el primer caso se trata de una persona que, llevada al límite, actúa impulsivamente para alcanzar su fin. Lamentablemente existen casos en donde el delincuente, por lo general inexperto, empuña una navaja para obtener dinero y mata "sin querer" a su víctima.
Además del alto impacto que representan socialmente, el incremento en los últimos años en los delitos violentos es considerable no sólo en México, sino en varios países y ciudades del mundo.
En el robo de vehículo encontramos un importante aumento en casi el doble en los últimos 10 años, a pesar de la proliferación de cada vez más sofisticados sistemas de alarmas.
¿Por qué? Simplemente por el hecho de que al contar con este tipo de alarmas se disuade al delincuente de buscar autos estacionados, migrando a robar autos en marcha y, por tanto, con el propietario en él.
El delincuente para cumplir con su objetivo utiliza la violencia –armas, golpes o amenazas- para amedrentar a la víctima y despojarlo del vehículo.
Se estima que en México la tasa promedio de victimización en robos con violencia es de aproximadamente 30%. Más del 40% de éstos se cometen con armas y en tres de cada 10 los delincuentes agreden a la víctima con el arma. Las armas utilizadas en 60% de los casos son de fuego y en 40% son armas blancas (ENSI-3).
La más reciente encuesta de victimización coordinada por Naciones Unidas en más de 60 países y ciudades del mundo, y cuyos resultados están próximos a darse a conocer, contiene datos reveladores en torno a los delitos violentos en donde México presenta una de las tasas más altas del mundo.
El robo con violencia es un delito que presenta tasas mucho más elevadas en zonas urbanas que en zonas rurales. En la mayoría de los casos este delito se comete por dos o más delincuentes: mientras que uno porta el arma, el o los otros delincuentes cometen el atraco o secuestro.
Si antes se pensaba que la violencia era una manifestación de intolerancia o derivada del odio racial por ejemplo, hoy se sabe que es una manifestación esencialmente urbana con fines económicos.
Muchas conductas delictivas, especialmente las violentas, están asociadas o se originan por el problema de las adicciones y del narcotráfico.
Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de las Naciones Unidas los efectos de las drogas, la delincuencia y la violencia en relación con la delincuencia organizada y el tráfico de drogas, aunque son diferentes a la delincuencia común, guardan una estrecha relación con ella.
Varios estudios determinan que existe una vinculación entre el uso indebido de drogas y otros delitos penales, incluidos los delitos violentos. "Los estudios de casos concretos de delincuentes que han cometido delitos violentos como el homicidio y robo indican que el uso indebido de drogas suele ser un factor crítico."
Lo cual no quiere decir que todos los toxicómanos son delincuentes y son violentos, pero sí nos explica de alguna manera que la proliferación en el uso de estupefacientes en el mundo ha recrudecido la violencia. Sabemos que existe una muy delgada división entre tráfico de drogas y criminalidad.
Al analizar algunos datos geográficos derivados de encuestas de consumo de drogas encontramos que hay una estrecha relación con los datos de encuestas de victimización. Así vemos que en México los estados con el mayor consumo y los mayores niveles de victimización, relacionada con delitos violentos, son Baja California, Distrito Federal, Estado de México y Jalisco.
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