jueves, 31 de enero de 2008

Sufren indigentes rechazo social y abandono de autoridades

Tapachula. Chiapas.-Tres factores preocupantes como la Drogadicción, alcoholismo y alteraciones mentales son los que a diario afectan a un porcentaje de la sociedad, al grado que los envuelve en un mundo de penumbras convirtiéndolos en los ermitaños de las calles. Esta es la realidad de cientos de indigentes como Abelito Espinosa; quien desde hace 15 años deambula por Tapachula. Chiapas, Las garras de la soledad y la tristeza, lo han convertido en víctima del rechazo de autoridades y familiares. Abel Espinosa tiene 45 años; hace apenas 10 sufrió la perdida de sus seres queridos y por consecuencia cayó en la depresión, de ello se derivo un trauma y se volvió adicto al alcohol, que aunado a los trastornos mentales han provocado que sea rechazado por los pocos familiares que tiene. “En nada estoy cuidando mi casa, yo vivo aquí pero no es igual, ya comí, ya” ¿Como se porta la gente contigo? No se porta bien, ella es la que cuido, por eso la quiero”. “Tengo familia pero no están aquí, y no es igual, tengo las otros, me ayudan pero no es igual, tienen casa de tumba para morir” Inconcientemente comentó refiriéndose a sus padres. Algunos habitantes relatan que la situación social de Abelito y de muchos indigentes no ha sido atendida por Asociaciones Altruistas ú organismos dedicamos a la atención de Grupos vulnerables en Tapachula luego de que sufren trastornos mentales y traumas. Por su parte Adán Martínez Vera, vecino que conoce a Abelito desde hace 20 años, comenta que desde que fallecieron sus papás se enfermó gravemente, “Así se quedó, así está, anda deambulando, está por aquí, está por el panteón, por donde quiera se mete, no es agresivo” Dijo. Lamentó que aquellos organismos que promueven el altruismo y la atención de capacidades diferentes no atiendan a los indigentes y personas con trastornos mentales, “Allí tienen el trabajo enfrente y pasan como que si no lo ven”. Abundó. Para saber más de la vida de abelito, investigamos la ubicación de familiares, quienes comentaron que los vicios y los trastornos fueron la principal causa para que abandonara su profesión y su entorno familiar. Encontramos al Primo Lejano de Abel, quien responde al nombre de Eliseo Marín Soto; el comenta que la atención al indigente han sido al 100% enfocadas al otorgamiento de agua, café. Además relata su triste historia que solo queda en recuerdos, cuando el indigente contaba con familia, hijos y hasta nietos, pero además tenía un trabajo digno, antes que los disfuncionalidades mentales lo atrofiaran. “Era bueno para trabajar la talabartería, era talabartero, se paso el tiempo, hay veces que hace así, hacia cinturones de lagarto”. Su situación sin duda alguna no es la conveniente cuando duerme por las calles y se arriesga a ser maltratado, atropellado o vulnerable a cualquier incidente. Su primo cercano comenta que el indigente ha sufrido del abuso de autoridad. “Una vez lo agarraron lo llevaron a perder por Arriaga, pues fíjese que como mucha gente lo conoce, los traileros y todo, paso como 10 días para llegar a Tapachula, a pie venía, allá viene por Arriaga, la mayor parte lo conocen, pues no es agresivo”. Puntualizó. Desde hace muchos años en Tapachula y en la Región Soconusco no existe un centro de tratamiento para personas con problemas mentales, ni mucho menos para la atención de indigentes que se han visto involucrados en vicios, a pesar de que ya es necesario. Don Adán Martínez Vera señaló que el indigente sufre de su enfermedad, por que hay días enteros que no tiene para comer y la población lejos de ayudarlo se aleja a consecuencia de la discriminación que existe en este tipo de personas. “Él está enfermo, falta de familia, falta de atención, allí los indigentes no solo él, son varios que hay así, en ese sentido deben procurar las autoridades por un albergue o un algo, donde están las promesas” Finalmente comentó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De qué comunidad indígena es de la persona que se habla?