viernes, 23 de noviembre de 2007
Sin límite
Alberto González Martínez/Fronterizo
Exhorto para los diputados
A manera de despedida, la anodina Legislatura Local anterior asestó un duro golpe contra la autonomía municipal de Tapachula.
El miércoles 14 de noviembre, horas antes de que entregaran la estafeta a los diputados entrantes, los legisladores que se fueron suscribieron el resolutivo número 325 en el que deciden —unilateralmente— retirar a Sergio Pérez Córdova de la Sindicatura Municipal de Tapachula para seguir engordándole el caldo al alcalde sustituto, Eduardo Reyes Ruiz.
Más allá de que Pérez Córdova cuente con los merecimientos suficientes para seguir siendo Síndico Municipal o no, lo que en esta perversa embestida del Congreso del Estado contra el pueblo tapachulteco se aprecia es que a los diputados salientes lo único que les interesaba era recibir el millón de pesos que ellos mismos se aprobaron como pago de daños y perjuicios por los tres años en que se sacrificaron como nuestros representantes populares.
Quizá ello explique el desmedido amor que le profesó al Congreso del Estado el aprendiz de diputado local, Jorge Martínez Trejo, que no tuvo empacho en ser el ejecutor personal del enésimo agravio contra la autonomía municipal de Tapachula, pueblo al que en su zona sur presuntamente representaba luego de la licencia solicitada por Enrique Orozco González para ocuparse de la Subsecretaría de Gobierno en esta región.
Dicho de otra manera, Martínez Trejo fue el iniciador del último episodio ignominioso contra el pueblo tapachulteco y el tiro de gracia fue asestado por Castillejos, el diputado que se salió del PRI para hacerse perredista con tal de que le dieran chance de presidir la Mesa Directiva durante el último semestre de la Legislatura anterior.
Y aunque fue un hecho público y copiosamente difundido, que la mayoría de los regidores del destartalado cabildo tapachulteco se oponían terminantemente a que el Yeyo Pérez Córdova dejara de ser el Síndico Municipal nomás por los puros pantalones del alcalde sustituto, varios diputados de la Legislatura Local anterior se pasaron por el arco del triunfo la decisión mayoritaria de los miembros del Cuerpo Edilicio de Tapachula.
Por eso hoy es preciso lanzar un exhorto a los diputados entrantes de la Legislatura Local que inició actividades apenas el viernes anterior.
Particularmente a los diputados por las zonas norte y sur de nuestro municipio, Neftalí del Toro Guzmán y Luis Gómez Manzo, respectivamente. Porque es preciso que debuten de la mejor manera posible: rectificando la decisión que sus antecesores en el Congreso del Estado perpetraron para pisotear las leyes que presuntamente están obligados a cumplir y a hacer cumplir.
Reitero: no se trata de asumir la defensa heroica de la permanencia de Sergio Pérez Córdova en la Sindicatura Municipal. No. Simple y llanamente se trata de que la autonomía municipal no sea atropellada por los mismos diputados que, presuntamente, deben ser los más interesados en vigilar la observancia estricta de las leyes que nos rigen.
Porque el Síndico ocupa un cargo de representación popular que los electores tapachultecos le concedieron en las urnas, durante los comicios de octubre de 2004. E inadmisible resulta que ahora quieran despojarlo de él, pisoteando la voluntad ciudadana, tan solo porque el alcalde sustituto, Eduardo Reyes Ruiz, ha perdido completamente la brújula.
El exhorto para los diputados de la Legislatura Local entrante se fundamenta en que Eduardo Reyes Ruiz tercamente exige que José Antonio Hernández, actual dirigente municipal del PAN, se incorpore como el nuevo Síndico toda vez que figura como el suplente de Sergio Pérez Córdova desde que en el año 2004 fuera registrada la planilla que encabezó Ángel Barrios Zea.
Empero, José Antonio Hernández se niega a tomar posesión del cargo que bondadosamente le obsequiaron los diputados salientes de la anterior Legislatura Local por la simple y sencilla razón que será regidor plurinominal en el cabildo que, a partir del primer día del año venidero, presidirá Ezequiel Orduña Morga.
Esto significa que los heroicos ex diputados locales, que afortunadamente nunca más volverán, ni siquiera tuvieron el cuidado de verificar si José Antonio Hernández era elegible como suplente o si éste último deseaba cobrar solamente dos meses como síndico pudiendo embolsarse mucho más dinero como regidor plurinominal durante todo el trienio 2008-2010.
Así las cosas, el exhorto es para que los diputados que representan a los dos distritos de nuestro municipio se pongan a trabajar a la mayor brevedad posible y se atrevan a poner orden en el ayuntamiento de Tapachula, que prácticamente se encuentra patas para arriba por las demenciales decisiones de Eduardo Reyes Ruiz y las burdas complicidades que le brindó Jorge Martínez Trejo.
Al respecto, los diputados entrantes están obligados a emplearse a fondo. Porque hasta el nombramiento de Wilder Martínez López, como director general del Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula, está bajo sospecha.
Por una parte, porque tal nombramiento se entiende como el pago de facturas a Jorge Martínez Trejo, el diputado local suplente que vino a consumar la imposición de Eduardo Reyes Ruiz como alcalde sustituto.
Por otra, porque el Coapatap se encuentra en bancarrota y es casi seguro que en unos días más ni siquiera puedan cubrir los aguinaldos de los trabajadores de base de ese organismo suministrador de agua potable.
Los únicos culpables estarán a la vista: Eduardo Reyes Ruiz y Wilder Martínez López.
El primero, por imponer a Wilder Martínez como director del Coapatap a pesar de su probada ineptitud durante los diez meses en que Blas Zamora Martínez lo mantuvo en esa misma posición. El segundo, por obedecer ciegamente las órdenes de Eduardo Reyes Ruiz que en uno de sus primeros actos de gobierno decidió que el dinerito que había ahorrado el Coapatap para cubrir los aguinaldos de este fin de año fuera utilizado para pagar a diversos proveedores.
Por ello, la intervención enérgica, pronta y decidida de los nuevos diputados será esencial para destrabar los conflictos permanentes que asfixian al destartalado ayuntamiento municipal de Tapachula.
Particularmente porque es de suma importancia que la Legislatura Local entrante mande un mensaje claro que nos indique, a todos los que aquí vivimos, que sabrán honrar el compromiso público de cumplir y hacer cumplir la ley.
Si los regidores del cabildo tapachulteco, en su mayoría, no están de acuerdo con todas las arbitrariedades que está cometiendo el alcalde sustituto, lo menos que tienen que hacer los integrantes del recién renovado Congreso del Estado es respetar la autonomía municipal.
A menos que alegremente quieran seguir los mismos pasos de sus antecesores, que sin analizar los problemas que prevalecen en el ayuntamiento tapachulteco salieron con su puntada de quitar al síndico para tratar de imponer a su suplente que ni interesado está en sucederlo durante los poquitos días que le quedan de vida a esta maltrecha administración municipal.
El exhorto es, pues, para que tanto Neftalí del Toro Guzmán como Luis Gómez Manzo acrediten, en los hechos, que sabrán honrar la confianza que les dieron los electores el pasado 7 de octubre.
Las líneas anteriores no son desconocidas para los diputados del recién reestructurado Congreso del Estado. Uno de los regidores del cabildo tapachulteco, el perredista Sócimo Villalovos, viajó hasta Tuxtla Gutiérrez el pasado viernes con tal de plantearles personalmente la posición de la mayoría de los integrantes del Cuerpo Edilicio de Tapachula.
Sin medias tintas, el perredista dijo a Neftalí del Toro y a Luis Gómez Manzo que las broncas en el ayuntamiento tapachulteco pueden subir de tono si no hay capacidad en el Congreso del Estado para atajar las pifias que a diario comete el recién impuesto como alcalde sustituto.
Dentro de esas pifias, destaca el hecho de que ya Eduardo Reyes Ruiz busca aliados desesperadamente. Tan es así que ya ha aceptado que la vendimia ambulante se posesione del centro de la ciudad y de las inmediaciones de todos los mercados para expender artículos navideños.
Esa negociación fue concretada con varios dirigentes de los ambulantes y explica, en buena medida, un extraño cambio de actitud de la regidora Rosario Vázquez, del Partido Verde.
Por ello, tanto Ángel Córdova como Sami David David están obligados a no avalar las desafortunadas decisiones que, en las postrimerías de la Legislatura anterior, tomaron los diputados salientes.
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