San Cristóbal De Las Casas, Chis., 30 JUL.- Para Gustavo Castro Soto, integrante de Otros Mundos A.C., de la Federación de Amigos de la Tierra, como del Movimiento Mexicano de Afectados por las Represas en Defensa de los Ríos, la situación que presenta el Cañón del Sumidero, figura emblemática a nivel mundial de Chiapas, es sumamente grave, toda vez que ni las autoridades federales ni estatales han hecho nada al respecto por corregir los daños ocasionados por la calera que se encuentra extrayendo material pétreo para la fabricación de cal.
“Las autoridades ambientales y gubernamentales han hecho caso omiso a todas las demandas que se han presentado por las organizaciones ambientalistas, ciudadanas y por los afectados, en la actualidad se registran problemas muy fuertes de salud en la población de Cahuaré en el municipio de Chiapa de Corzo, pese a que con oportunidad se han presentado varias acciones jurídicas en donde las autoridades como SEMARNAT, PROFEPA, no han hecho nada al respecto”.
Castro Soto, luego de hacer una exposición amplia de motivos señaló que tan solo el problema de salud que se ha generado en la población ya es una fuerte razón para estar preocupado por la salud pública de los ciudadanos que cohabitan en las cercanías de la calera “y en ese sentido es totalmente inadmisible que frente a dicha problemática se esté priorizando la inversión privada que está generando daños irreversibles a la salud pública y a la biodiversidad”.
El conocido ambientalista detallo que los trabajos de la calera en las márgenes del Río Grijalva es también un proyecto minero a cielo abierto que está generando un daño ambiental de carácter irreversible derivado de la pérdida de capa vegetal que implica daños específicos: “y lo que no se quieren dar cuenta es el azolvamiento que genera un proyecto minero a cielo abierto sobre una represa, lo que significa que en esa medida es que las represas se van cargando de azolve, ya sea por la deforestación, tierras acumuladas arriba del río que han provocado incluso las inundaciones de Tabasco de 2007, 2009 y de 2010, donde una parte de ese problema fue que las represas del Río no tuvieron la capacidad de almacenar tanta agua por las lluvias excesivas que aunado a la deforestación, el azolvamiento provocaron dicho fenómeno con la apertura de compuertas”.
Al tiempo que agregó que la calera poco a poco se ha ido adueñando de mayor espacio y terreno en lo que es un área natural protegida lo que a todas luces refleja una total y absoluta complacencia e impunidad, a este respecto agregó: “ahora lo que se viene es que el movimiento social y local empezará una campaña más fuerte exigiendo justicia y el respeto a los derechos humanos, toda vez que la salud pública también es un derecho humano, esta movilización exigirá respuesta puntual a diversas solicitudes y recursos legales que con oportunidad se han interpuesto y que no han sido respondidas frente al problema ambiental, de salud y cultural que ahí se ha registrado”.
Por ello reconoció que como resultado del último foro celebrado en la comunidad Cahuare en el municipio de Chiapa de Corzo, se ha redefinido una campaña nacional e internacional en defensa del Cañón del Sumidero”, finalizó.
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