viernes, 16 de abril de 2010

Advierten que nadie bajará de peso por decreto en el país

Notimex
TUXTLA GUTIÉRREZ.-La ley de la Cámara de Diputados contra sobrepeso y obesidad es limitada para resolver problemas de salud pública, pues nadie adelgazará por decreto, señaló la funcionaria de la SEP, Josefa López Ruiz de Laddaga.
La titular de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación en Chiapas agregó que la colaboración de la familia, de los niños y de los trabajadores del sistema educativo, es necesaria ''para ponernos en movimiento''.
La funcionara de la Secretaría de Educación Pública (SEP) consideró que ''aún estamos a tiempo de hacer algo contra la obesidad y el sobrepeso, de lo contrario, ni el sistema nacional, ni el estatal de Salud podrán controlar las consecuencias''.
Refirió que las escuelas deberán adecuar la media hora diaria decretada para la activación física ''que a mi juicio podría ser en el momento del recreo, pues de lo contrario, restaríamos tiempo a las demás asignaturas''.
Pidió a los padres de familia fomentar que en casa también se empleen otros 30 minutos al día en la práctica de ejercicios corporales.
Dijo que la matrícula educativa estatal es de 1.6 millones de alumnos, de preescolar a posgrado ''y todos tendríamos que ponernos en constante movimiento y eliminar a la voz de ya la comida chatarra que se sigue vendiendo en las escuelas''.
En entrevista, indicó que ''los maestros tienen que predicar con el ejemplo, una legislación ayuda pero no resuelve, el trabajo es de padres e hijos, la escuela puede apoyar pero no es su obligación'', resaltó.
Recomendó un diagnóstico de los estudiantes obesos y también ''establecer un cuadro clínico para dar seguimiento a estos casos, evaluar si las políticas de salud y las propuestas por decreto están dando resultados y hacer las modificaciones necesarias''.
La funcionaria reclamó a los empresarios que hacen negocios a costa de la salud de la gente y les solicitó no seguir con la elaboración y oferta de productos que dañan a la población. Estimó que las iglesias también tienen que sumarse a este esfuerzo para combatir las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial y la diabetes.

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