--Fungió como centro ceremonial de adoración, comercialización y ritos al coloso “Volcán Tacaná”
--Se han localizado lápidas, máscaras en miniaturas, montículos, utensilios de cocina, pedazos de cerámica, piezas de armas punzo cortantes elaboradas con obsidiana
Darinel Zacarías/Fronterizo Chiapas
Unión Juárez. Chiapas.-Entre Cafetales, a cuarenta y cinco kilómetros de Tapachula, se esconde San Jerónimo. Esta comunidad, municipio de Unión Juárez, es ahora otra zona arqueológica de Chiapas, fundada alrededor del año 1100 antes de Cristo.
Fue a lo largo de un milenio el más grande e importante centro civil y religioso de la llanura del Pacífico, de filiación mixe-zoque, pero situado en las tierras ocupadas por grupos mayas, manifestó Oswaldo García Muñoz joven amante de la cultura.
García Muñoz Manifiesta que la importancia de este centro comercial se deriva del tráfico de café y probablemente de obsidiana importada. En la actualidad los vestigios aparecen como montículos de tierra, plataformas de cantos rodados, piedras esculpidas con ritos familiares.
La comunidad de San Jerónimo continúa siendo desconocida a pesar de la alta incidencia de hallazgos arqueológicos, a los cuales se ha dado poca importancia por parte de las autoridades.
Allí, se dice, se encuentran posiblemente pirámides de gran tamaño, vestigios de la vida de los antepasados y por lo tanto hay desde piezas pequeñas hasta las de gran tamaño. Una de éstas, es una piedra de gran dimensión sobre la que se encuentran esculpidos animales, un cocodrilo decapitado y un venado. Ésta se encuentra a la intemperie y en una propiedad privada.
Las estructuras que rodean montículos aun no estudiado por expertos, más bien por gente de la tercera edad, mismos manifiestan que antiguamente sustentaron templos, en muchas de las cuales se encuentran estelas de piedra labradas y sin labrar, a demás de altares y otros monumentos pétreos; entre estos últimos se encuentran figuras en piedras, posibles representaciones de reuniones familiares, rodeado por pedazos de cerámica, puntas de obsidiana que utilizaban presuntamente para la cacería de animales que ofrecían como tributo a sus deidades.
El sitio es escultórico y ha dado lugar a que se hable de una cultura “Desconocida” que aunque influida por los Mayas tomó características propias que se difundieron a su vez en otros lugares de la costa de Chiapas y Guatemala y aún más lejanos.
Las piezas arqueológicas localizadas son básicamente religiosas, figuras esculpidas en piedras como cocodrilos, jaguares, conejos, sapos, ranas, venados, ancianos o sacerdotes con bastones de mando y de cabezas deformes, cestos de semillas, tortugas, utensilios de cocina como son cucharones, tazones, molcajetes, chilmoleras, ollas, mascaras en cerámica, piedras esculpidas de dioses en miniatura, así como imágenes astrales.
En origen y función parece registrar eventos míticos e históricos así como conceptos religiosos y cosmológicos. Aunque muy extensa, sólo es posible visitar tres conjuntos: San Jerónimo, Muxbal y San Isidro.
Oswaldo García Muñoz expresó para este rotativo que Ahora bien la "vejez" o "antigüedad" que preocupa a la arqueología se relaciona con el acontecer cultural humano.
En tal sentido, esta disciplina se dedica al estudio de viejas o antiguas culturas humanas, más específicamente en función de su producción material; un estudio de la cultura material, sin embargo ante la indiferencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que pudiera ser parte de un complejo prehispánico donde se realizaban actividades comerciales y convergieron distintas culturas prehispánicas, miles de piezas arqueológicas pudieran estar siendo saqueadas y otras más destruidas por las inclemencias del tiempo, en una comunidad de este municipio ubicado en las faldas del volcán Tacaná.
Actualmente el interés arqueológico parece dirigirse hacia las características económicas, tipos de población, relaciones sociales, vivienda, armas, utensilios de uso diario, vestidos, ornamentos, cultos funerarios e ideas religiosas.
Es decir, su acontecer disciplinario no se limita al estudio de los monumentos artísticos y de los edificios, sino que abarca todos los aspectos de la vida y todos los restos materiales, por todo ello San Jerónimo aun no ha sido explorado, sin embargo hay saqueo por parte de los pobladores, mismos que se han adueñado de diversas piezas y las mantienen bajo su poder y se niegan a entregar, de igual manera otras han sido comercializadas, como lo fue la cabeza de un caimán, el cual se puede apreciar ya decapitado en una piedra con 7 metros de profundidad.
La arqueología predominante en este santuario místico es la denominada “Representación de Trazos” donde la mayoría de las piezas localizadas presentan los “ojos hundidos”. Dentro de las piezas localizadas hay de igual forma sellos, que presuntamente utilizaban los sacerdotes o jefes de la cultura.
En San Jerónimo aún pueden encontrarse importantes vestigios arqueológicos en buen estado de conservación, y la oportunidad de visitarlos nos motiva a imaginar cómo habrá sido la época de los primeros viajeros y exploradores esta cultura, la cual no pueden precisar porque no hay interés del ayuntamiento actual ni el INHA para su estudio adecuado.
Por su parte el Secretario General de Pueblos Indígenas en Unión Juárez lamenta el desinterés de la autoridades culturales para darle la importancia debida, ya que afirma que San Jerónimo era un “Corredor Comercial y Ritual” donde ofrendaban e intercambiaban productos las culturas de México y Guatemala.
Según los lugareños, han dado parte al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pero no ha habido interés. Oswaldo García Muñoz, quien ha logrado obtener algunos de los objetos hallados en la zona prehispánica y que ha informado pondrá a disposición de las autoridades del INAH cuando éstos lo requieran.
Asimismo se ha rumorado que existen vestigios arqueológicos de gran tamaño, similares a los de Palenque o de Izapa en Tuxtla Chico, pues era una zona de tránsito.
Sin embargo Frank De Ville, coordinador de logística de la llegada del astrónomo John Major Jenkins a la Frontera Sur de México, señaló en entrevista que se encontraban realizando un recorrido por la región fronteriza para hacer la investigación relativa a los mitos mayas relacionados con la creación del universo y el fin de una era en diciembre del 2012.
Referente a estos hallazgos arqueológicos opino "A simple vista nos dimos cuenta de que no sólo tiene labrados lagartos y serpientes, sino también hace alusión a la creación del universo", señaló al recalcar que otras piedras similares y aún más complejas fueron encontradas en el interior de domicilios particulares de esa misma comunidad.
La gira de Major en Chiapas será cubierta por dos de las cadenas televisivas más grande de Europa y los Estados Unidos, así como por un grupo de reporteros de diversos países, quienes vienen atraídos también por conocer a la estela 5, conocida como "El árbol de la vida: La creación del universo", en la que supuestamente los mayas narran cómo se creó todo, incluyendo la vida humana, pero también cómo culmina. Donde se espera visite San Jerónimo, este centro ceremonial y milenario.
Hay interés porque esas piezas se queden en la región, que sean estudiadas y exhibidas, que se evite el saqueo, señaló García Muñoz, quien ha solicitado al edil Jaime Valiente Chun su intervención para la conservación de estas joyas arqueológicas.
Allí en San Jerónimo, un poblado cafetalero, cúspide panorámica para apreciar el majestuoso guardián de fuego de la Frontera Sur, “Volcán Tacaná”, se localizan estos vestigios prehispánicos que amenazan con desaparecer por las inclemencias del tiempo y el libre saqueo para su comercialización.
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