jueves, 2 de abril de 2009
El domingo 5 de abril inicia el Horario de Verano
Ciudad de México 3 de abril de 2009.- A partir del próximo domingo 5 de abril inicia el Horario de Verano, cuya aplicación genera importantes ahorros para el país, informó la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee).
Se recomienda a la población adelantar los relojes una hora, desde la noche del sábado 4 de abril. La aplicación del Horario de Verano tendrá una duración de siete meses por lo que concluirá el domingo 25 de octubre próximo.
Como sabemos el Horario de Verano es una medida que consiste en adelantar el reloj una hora, con objeto de aprovechar mejor la luz solar en la tarde-noche.
Los ahorros acumulados por la aplicación del Horario de Verano, desde su inicio en 1996 a la fecha, permitieron dejar de utilizar aproximadamente, 14 mil 772 millones de Kilowatt/hora
La vigencia del horario de verano en 2008, permitió al país el ahorro de 1,230 millones de Kilowatt/hora, equivalentes al consumo anual total del Estado de Colima o al de Nayarit, ya que con su aplicación además fue posible evitar el consumo de 2.7 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Con ello, se impidió la emisión a la atmósfera de 1.5 millones de toneladas de bióxido de carbono, principal contaminante y generador del llamado “Efecto Invernadero”, que provoca a su vez el calentamiento gradual del Planeta, máxima preocupación ecológica mundial.
Este programa es parte del conjunto de medidas que requieren la participación, tanto del gobierno como de la sociedad, las cuales están orientadas a desarrollar una nueva cultura del ahorro y uso eficiente de la energía.
Entre estas medidas destacan el Programa Nacional de Sustitución de Electrodomésticos; el Programa de Eficiencia Energética en la Administración Pública Federal; el Programa de Promoción de Calentadores Solares de Agua, todas ellas enfocadas al uso eficiente de la energía y, en consecuencia, al cumplimiento de los acuerdos de reducción de emisiones del Protocolo de Kyoto.
EL HORARIO DE VERANO
El Horario de Verano es una medida que consiste en adelantar el reloj una hora durante la parte del año en la que se presenta la mayor insolación. En nuestro país se estableció a partir del año de 1996.
En México, durante el Horario de Verano se registra el periodo del año con mayor duración de luz solar. Esto se debe a la inclinación del eje de la Tierra y al movimiento de traslación, lo que provoca periodos de insolación más largos (o tiempos de incidencia diaria de los rayos solares sobre un punto dado de la Tierra). En junio se presentan los días más largos del año en el hemisferio norte, y en diciembre en el hemisferio sur.
Como nuestro país se ubica en el hemisferio norte del planeta, durante casi toda la primavera, el verano y parte del otoño, disfrutamos más horas de luz natural, dependiendo de la región donde nos encontremos, así que podemos aprovechar mejor la luz del sol y reducir el consumo de energía eléctrica, lo que nos reporta muchos beneficios, como veremos más adelante.
El Horario de Verano se inserta dentro de una serie de medidas que se han tomado para promover el cuidado y uso eficiente de la energía eléctrica en México.
Al aplicar cada año el Horario de Verano en el país, se mantienen las mismas correspondencias horarias entre los estados de la República, así que la relación entre las entidades no cambia, lo que cambia son los horarios en los cuales los habitantes de cada ciudad o comunidad disponemos de luz natural.
El Horario de Verano implica que se adopte, de manera temporal, un huso horario más hacia el este, con objeto de aprovechar mejor la luz solar en la tarde-noche. Es decir, el Horario de Verano permite, precisamente, que una fracción importante de la energía eléctrica usada en iluminación en los hogares sea sustituida por energía solar y que esto ocurra durante las horas de mayor demanda en el sector eléctrico.
En particular y para cualquier sistema eléctrico en el mundo, la entrada de la noche coincide con la mayor demanda de electricidad, específicamente porque a esa hora los hogares (más que cualquier otro tipo de usuario de la electricidad) encienden sus luces. De esta manera, de foco en foco, de lámpara en lámpara, la demanda de electricidad crece en unos cuantos minutos y los operadores de los sistemas de generación y transmisión tienen que poner a operar equipos que, generalmente, son los que más altos costos tienen por unidad de energía entregada.
En México, donde la gran mayoría de la población cuenta con servicio eléctrico y vive en zonas urbanas, el fenómeno de la demanda máxima de electricidad del Sistema Eléctrico Nacional, ocurre en las horas posteriores a la puesta del sol (entre las 7 y 10 de la noche).
El Horario de Verano en México, además de ofrecer otras ventajas, tiene una lógica clara desde una perspectiva de racionalidad en el uso de la infraestructura eléctrica, de la economía y de la protección del ambiente.
El Horario de Verano y nuestra salud
El Horario de Verano es una medida que nos acerca a lo natural, es decir, a un ajuste normal de nuestros organismos a los amaneceres cambiantes. Eso no tiene ninguna repercusión negativa sobre la salud de la población, ni aún tratándose de niños o ancianos.
Diferentes estudios médicos han comprobado que nuestro organismo tiene la capacidad de adaptarse a los cambios de horario en un tiempo máximo de 72 horas, o una semana en casos de sensibilidad extrema. El Horario de Verano no afecta la capacidad de aprendizaje o de concentración, por lo que el nivel de aprovechamiento de los niños en edad escolar no se ve afectado por la aplicación de esta medida.
No obstante, desde que se implementó la medida se fueron generando inquietudes de diversos sectores de la sociedad por saber si el cambio de horario tendría repercusiones en la salud de la población, por lo que las autoridades gubernamentales hemos ido recopilando e integrando información y opiniones especializadas, quienes concluyen, muy claramente, en que el Horario de Verano no tiene impactos negativos sobre la salud. En este sentido, a continuación se indican tres referencias que dan sustento a esta perspectiva:
1. Revisión de bibliografía especializada
A fin de conocer si existían referencias a nivel internacional sobre impactos en la salud por el Horario de Verano, en 1998 la Comisión Nacional de Ahorro de Energía (CONAE), contrató a una especialista en búsquedas bibliográficas, Q.B.F. Rosa Martha Pérez Sandi, para que realizara, de la manera más amplia posible, un repaso sobre las referencias bibliográficas del tema en la literatura médica.
Bajo esta lógica se revisaron tres bancos de datos internacionales especializados en Medicina, todos ellos del Sistema Knight Ridder Information: EMBASE1, MEDLINE2, y New England Journal of Medicine3. El resultado de esta búsqueda fue que aparecieron solamente 26 artículos, la mayoría de los cuales tienen como principal preocupación el efecto que el Horario de Verano tiene en accidentes automovilísticos. Los resultados de los estudios reconocen una disminución de los accidentes por el Horario de Verano.
De manera general, ninguno de los documentos encontrados en la búsqueda refiere a impactos en la salud por cambio de Horario de Verano.
2. Opinión colegiada del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
Como complemento a la revisión bibliográfica, se consultó con médicos reconocidos en diversos temas de ese campo profesional en México para conocer su perspectiva sobre las inquietudes manifestadas por la población con relación al Horario de Verano. En particular, y a solicitud expresa de la CONAE, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía recabó la opinión de expertos en sueño, neurofisiología y neuroendocrinología que forman parte de ese Instituto. De dicha opinión, sobresalen los siguientes puntos:
El organismo humano funciona en forma adaptativa siguiendo los llamados "ritmos circadianos", los cuales son notablemente influenciados por varaciones ambientales y climáticas. Fisiológicamente lo más adecuado para la salud y el rendimiento del ser humano es acoplar de la mejor forma posible sus actividades más importantes al ciclo natural luz/obscuridad.
Tomando en cuenta que el organismo humano hace un ajuste diario de una hora en sus ritmos circadianos para reducir de 25 a 24 horas sus ciclos hormonales y de sueño/vigilia, el que una vez al año se ajuste a una hora menos y otra vez al año a una hora más no representa alteración orgánica alguna sino un mecanismo ocasional que induce un buen acoplamiento fisiológico con las condiciones ambientales generadas por las estaciones del año. Aproximadamente uno o dos días después del cambio de horario se vuelven a adaptar todos los parámetros biológicos a los nuevos horarios de sueño y vigilia sin secuela alguna.
3. Estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México
La Secretaría de Energía estableció un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a fin de que esta institución llevara a cabo una investigación sobre el impacto que pudiera tener el Horario de Verano en diversos aspectos de la vida nacional.
Los resultados del estudio concluyeron en el área denominada "Sector Salud"4, lo siguiente:
No se encontró evidencia de que el cambio de Horario de Verano haya causado daños significativos en la salud de la población en México. Individuos y grupos pueden procesar el cambio de horario en forma positiva, en el sentido de utilizarlo como estímulo y oportunidad para ejercitar sus funciones biológicas y psicoemocionales para enfrentar realidades cambiantes.
Por último, cabe indicar que ha cinco años que el Horario de Verano ha sido aplicado en México, no se conoce de ningún estudio, en ninguna parte del país, que refiera a problemas de salud resultado de la aplicación del programa, incluso el estado de Baja California que tiene más de 50 años de manejar Horario de Verano, y donde hasta la fecha no se ha reportado ningún problema de salud en la población por ello.
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