APRO/Proceso
MÉXICO, D.F-La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) reveló hoy que el sellamiento de la frontera norte y la disputa por el control del mercado ha provocado que los principales cárteles del narcotráfico busquen nuevas rutas y formas de introducir la mercancía a territorio nacional.
El subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP, Facundo Rosas, explicó que hasta antes de septiembre del 2001, los cárteles de las drogas "compartían" las rutas con los traficantes de indocumentados, mismos que, en muchas ocasiones, eran utilizados como "burreros" para transportar los cargamentos en su viaje hacia Estados Unidos.
Para este binomio, dijo, la zona del Istmo de Tehuantepec sigue siendo estratégica, ya que, al ser la parte más angosta del continente entre el Golfo de México y océano Pacífico, se convierte en punto natural de conexión entre el Sur y el Norte.
"Es zona clave para los narcotraficantes", insistió el funcionario, quien aclaró, sin embargo, que por tal motivo, también es un área importantísima para la policía.
"Esta estrechez de la tierra permite mantener más vigilancia de todo lo que circula en ambas direcciones y justo ahí ha habido hallazgos importantes de drogas, de armas e indocumentados", explicó.
Por tal motivo, agregó, el narcotráfico ha optado por la vía marítima, alejada de las costas, incluso en aguas internacionales para evitar ser detectados, ya que por aire el paso les fue cerrado.
"Hoy existen evidencias de que los narcotraficantes han privilegiado las rutas marítimas", dijo Rosas, quien añadió que este cambio se debe a las dificultades que se presentaron para llegar con los grandes cargamentos de droga a Estados Unidos y para cruzar el territorio mexicano.
Recordó que por la vía aérea se ha puesto un gran obstáculo a los narcotraficantes, ya que todo avión procedente de Centro y Sudamérica está obligado a hacer una escala de revisión en Cozumel, Quintana Roo, o en Tapachula, Chiapas.
En ese caso, las rutas más seguras para los narcotraficantes están en el mar, ahí tienen el camino directo desde Centroamérica hasta California o Texas, sin pasar por México.
Reiteró que de acuerdo con los análisis de movilidad que realiza el área de Inteligencia de la SSP sobre los cárteles de las droga, se borraron las rutas del narcotráfico que llevaban las drogas desde el sureste mexicano hasta cualquier punto de la frontera norte, las cuales, eran las mismas que se utilizaban para el tráfico de indocumentados y de armas.
Rosas, explicó que este desdibujamiento de las rutas es consecuencia de la lucha entre los grupos de narcotraficantes, quienes han invadido los territorios controlados antaño por grupos contrarios.
"Hoy están traslapados y los cárteles están unos sobre otros, ya no por las rutas ni por el paso, sino en guerra por el mercado interno y por el consumo local", agregó.
El subsecretario recordó también que el problema en México surgió después del 11 de septiembre de 2001, ya que tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos selló las fronteras.
Esto incrementó el precio de estupefacientes y obligó a los consumidores a cambiar sus hábitos.
La escasez encareció el precio de la cocaína en Estados Unidos, la demanda se inclinó hacia las drogas de diseño como las metanfetaminas, que son más baratas.
Sin embargo, el cierre de la frontera sur de Estados Unidos propició que los narcotraficantes mexicanos se quedaran con mucha de la droga que tenía que venderse y mientras en ese país la calidad de los enervantes bajaba y el precio subía, en México la oferta creció, bajó el costo y aumentó la calidad.
Este fenómeno generó la necesidad de consumidores y proliferaron las "tienditas", con la consecuente lucha regional entre los capos por el mercado al menudeo.
Las acciones más enérgicas del Estado mexicano llevaron a que los narcotraficantes tuvieran más dificultades para encontrar a jefes policíacos a nivel municipal y estatal que les dejaran el paso libre, lo que obligó a transportistas a diversificar sus caminos y ahora no hay rutas fijas ni forma de llevar grandes cargamentos.
En ese caso, las rutas más seguras para los narcotraficantes están en el mar, ahí tienen el camino directo desde Centroamérica hasta California o Texas, sin pasar por México, explicó el funcionario.
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