GUATEMALTECOS DEZPLAZADOS se encuentran en Grave Vulnerabilidad

VISOR Ciudad de México.-El pasado 23 de mayo la comunidad Nueva Esperanza, en Guatemala fue desalojada con uso excesivo de la fuerza por parte del el ejército guatemalteco. El desalojo fue acompañado de la quema de casas y destrucción de pertenencias de las familias. “No dieron oportunidad a las familias de organizarse y salir, así que vivieron un infierno entre gritos, hombres golpeados, animales de traspatios sacrificados y casas quemadas con todas sus pertenencias”, comentan algunas víctimas del violento desalojo. Después de estos hechos algunas personas se dirigieron a la comunidad de Nuevo Progreso, Tenosique; Tabasco, a unos 500 metros de lo que fue su comunidad. Ahí encontraron a soldados mexicanos, que primero hicieron una valla para evitar que ingresaran a territorio mexicano, pero poco después los dejaron ingresar. De acuerdo a información del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (CODEHUTAB) al llegar al municipio de Nuevo Progreso, se encontraron con 45 familias, con un total de 191 personas, entre las que hay niños, ancianos, hombres adultos y mujeres. De estas 45 familias, 19 están viviendo del lado guatemalteco mientras que el resto vive en el lado mexicano, algunas en casas de habitantes del municipio y el resto viven a la intemperie, debajo de los árboles. De estas personas, el CODEHUTAB reportó que encontraron a 41 enfermas, entre las que hay 12 niños, que van desde los 3 meses hasta los 10 años. No han sido atendidos por nadie, más que, un doctor de la zona que les atiende por solidaridad. En la visita del delegado del INM, si les dijeron que podían ir al centro de salud, que no serían molestados, pero el más próximo se encuentra a unos 45 kms, por un camino de difícil acceso. Ningún otro doctor ha llegado a la zona, y menos de la Secretaría de Salud. Las enfermedades que se han encontrado en las personas son, entre otras, síndrome febril, parasitosis, rinofaringitis, dermatitis, consecuencia de la situación en la que se encuentran. Cabe mencionar que el reporte del CODEHUTAB, señala que la situación actual de aquellos que siguieron escondidos por temor a seguir siendo golpeados o deportados, alrededor de 191 personas, es de total vulnerabilidad: no cuentan con alimentos, ropa, algunos viven entre los árboles, mientras la tormenta Arthur está de paso por estas tierras. Por si fuera poco, a los pobladores mexicanos, se les amedrentó de incurrir en delito si brindan apoyo humanitario a los guatemaltecos. Debido a estas circunstancias. Por tal motivo, los Comités de Derechos Humanos de Tabasco, Fray Matías de Córdova, Miguel Agustín PRO Juarez, Servicio Jesuita a Migrantes, Foro Migraciones, Sin Fronteras IAP y la Red Todos los Derechos para Todos y Todas instaron al gobierno mexicano a Reforzar urgentemente la intervención del Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado, para verificar in situ las posibles solicitudes de la condición de refugiado y evitar las deportaciones masivas y la situación de riesgo manifestado por las personas. Entre el pliego de peticiones también exigieron se aclare la ubicación de las personas remitidas a Tapachula, si finalmente han regresado a territorio guatemalteco, y en qué condiciones de vida y seguridad se encuentran en la actualidad de igual forma los Organismos para la Protección de los Derechos Humanos exhortan al Gobierno Federal a Garantizar el acceso al procedimiento para solicitar la condición de refugiado, si finalmente las personas desplazadas optan por tomar esta decisión, y que de hacerse el proceso, la valoración de sus solicitudes sea justa y eficiente. en un comunicado de PRENSA mencionaron que en caso de que las personas no quieran solicitar la condición de refugiado, considerar la posibilidad de una regularización migratoria por razones humanitarias para evitar la deportación a una situación de riesgo en su país, si no existen condiciones para su regreso. puntualización como urgente garantizar la asistencia y protección de los desplazados en el sitio de ubicación priorizando la integridad física y seguridad de los pobladores, el suministro de alimentos, medicinas y cumplimiento a otras necesidades básicas, atención médica, educación, así como la instalación de un posible albergue.