•Migrantes en tránsito víctimas de políticas migratorias policiacas en México por su condición migratoria irregular.En México, políticos, funcionarios de alto nivel con capacidad de acción y autoridades diversas no cesan de repetir que debe existir congruencia entre el trato que damos a los migrantes que ingresan a nuestro territorio como el que exigimos de Estados Unidos para nuestros migrantes. Aunque elocuente, para los migrantes que cruzan por México, esta frase es, hoy por hoy, un discurso vacío que carece de valor y sustento real ante una política y actuar de cero tolerancia, vejación, intimidación y restricción migratoria.
Como miembros de la sociedad civil, periodistas y defensores de derechos humanos que conocemos la realidad de la persona migrante exigimos que el discurso político sostenido por nuestras autoridades se traduzca en hechos reales. Para ello es indispensable asumir que en México las violaciones a la dignidad, respeto y seguridad humanas de los migrantes son cometidas por elementos del Instituto Nacional de Migración y otras autoridades en forma sistemática y cruel, sin que hasta la fecha las denuncias ante la justicia, medios de comunicación u otros espacios logren eco en el actuar de las autoridades.
Los operativos anti migrantes con los que se pretende evitar que las personas lleguen a los Estados Unidos, son flagrantes violaciones de todo derecho consagrado en la Constitución y en los tratados Internacionales. Tales violaciones se han documentado por diversos defensores de Derechos Humanos. Así por ejemplo, el coordinador del Albergue “Hogar de la Misericordia”, Heyman Vázquez, ha denunciado constantemente el uso excesivo de la fuerza durante los operativos desde el pasado 17 de Noviembre del 2006 en Arriaga Chiapas, donde se produjo una persecución de migrantes a cargo de agentes del INM y policías municipales en las vías de tren, que se distinguió por el uso excesivo de la fuerza, así como por los golpes que a una joven salvadoreña de 28 años de edad la llevaron a perder el conocimiento.
En su actuar el INM ha implementado estas políticas contra migrantes con la ayuda de otras instituciones de carácter policiaco o militar, como recientemente lo hizo con la Secretaría de la Marina Armada de México, en el operativo del 31 de marzo en el Ejido Las Palmas, Niltepec Oaxaca, en donde se demuestra la indefensión de los migrantes frente a la violencia, armas y toletes de las autoridades que les persiguen, pero no sólo para detenerles sino para en el mismo acto golpearles y amedrentarles como si se encontraran frente a los más violentos y despiadados delincuentes.
En la lista de operativos se encuentran también los realizados los días 28 de febrero del 2008 en la comunidad, Las Palmas, Oaxaca; 14 de marzo del 2008 en un punto denominado Tembladera, Tapanatepec, Oaxaca, y el último de ellos en Arriaga Chiapas, el pasado 21 de Abril, con el mismo modus operandi de persecución y violencia, en el que las denuncias que se presentan contra los ejecutores de los operativos no son escuchadas, como ocurrió con la denuncia que presentára uno de los migrantes salvadoreños por el robo de mil quinientos pesos que cometiera un agente migratorio al momento de detenerlo.
Es así como hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses y personas de diversas nacionalidades son hostigados y violentados por su status migratorio así como criminalizados por la política represiva del Gobierno Mexicano, siendo estas mismas autoridades y otras que ante su presencia indocumentada se comportan en forma análoga, frente a las que se pretende que los migrantes acudan en busca de justicia cuando son víctimas de extorsiones, secuestros, robos, golpes o delitos sexuales cometidos en su perjuicio por parte de miembros de la delincuencia organizada o las mismas autoridades.
INDIFERENCIA
Hasta el momento, las instituciones responsables de garantizar la seguridad de los migrantes, han aplicado políticas represivas de “aseguramiento”, al margen de los estándares de los derechos humanos. Ante estos acontecimientos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos(CNDH) no ha intervenido enérgicamente para velar por el respeto de los derechos humanos de los migrantes; las organizaciones de la sociedad civil consideramos que ahora, contando con pruebas evidentes e irrefutables, la CNDH tiene elementos suficientes para elevar la voz respecto de las violaciones que se presentan contra los migrantes en tránsito en la frontera sur, por lo que confiamos en que dicho pronunciamiento no se hará esperar.
Más allá de todo discurso respetuoso de las garantías que otorga la Constitución, la realidad muestra la indiferencia y negligencia con la que actúa el gobierno mexicano cuando se trata de velar por los derechos de los trabajadores migratorios en tránsito por nuestro país.
Por lo anterior:
CONDENAMOS los hechos de violencia sobre los migrantes que transitan por nuestro país en el modus operandi del Instituto Nacional de Migración y de las autoridades involucradas en los operativos.
RECLAMAMOS la verdad y el cese de estos operativos anti migrantes y no deseamos que quede en el olvido y en la impunidad los actos de agresión y violencia en contra de los derechos de los migrantes que transitan nuestro país.
EXHORTAMOS a los organismos públicos de derechos humanos para que realicen las investigaciones necesarias de forma eficaz y profunda en relación a estos operativos al margen de los derechos humanos de los migrantes.
REITERAMOS que solamente a través del respeto de los derechos humanos consagrados en los instrumentos internacionales ratificados por México, de los cuales deben gozar las personas sin discriminación alguna, se podrá construir un Estado democrático y de derecho.
•Migrantes en tránsito víctimas de políticas migratorias policiacas en México por su condición migratoria irregular.En México, políticos, funcionarios de alto nivel con capacidad de acción y autoridades diversas no cesan de repetir que debe existir congruencia entre el trato que damos a los migrantes que ingresan a nuestro territorio como el que exigimos de Estados Unidos para nuestros migrantes. Aunque elocuente, para los migrantes que cruzan por México, esta frase es, hoy por hoy, un discurso vacío que carece de valor y sustento real ante una política y actuar de cero tolerancia, vejación, intimidación y restricción migratoria.
Como miembros de la sociedad civil, periodistas y defensores de derechos humanos que conocemos la realidad de la persona migrante exigimos que el discurso político sostenido por nuestras autoridades se traduzca en hechos reales. Para ello es indispensable asumir que en México las violaciones a la dignidad, respeto y seguridad humanas de los migrantes son cometidas por elementos del Instituto Nacional de Migración y otras autoridades en forma sistemática y cruel, sin que hasta la fecha las denuncias ante la justicia, medios de comunicación u otros espacios logren eco en el actuar de las autoridades.
Los operativos anti migrantes con los que se pretende evitar que las personas lleguen a los Estados Unidos, son flagrantes violaciones de todo derecho consagrado en la Constitución y en los tratados Internacionales. Tales violaciones se han documentado por diversos defensores de Derechos Humanos. Así por ejemplo, el coordinador del Albergue “Hogar de la Misericordia”, Heyman Vázquez, ha denunciado constantemente el uso excesivo de la fuerza durante los operativos desde el pasado 17 de Noviembre del 2006 en Arriaga Chiapas, donde se produjo una persecución de migrantes a cargo de agentes del INM y policías municipales en las vías de tren, que se distinguió por el uso excesivo de la fuerza, así como por los golpes que a una joven salvadoreña de 28 años de edad la llevaron a perder el conocimiento.
En su actuar el INM ha implementado estas políticas contra migrantes con la ayuda de otras instituciones de carácter policiaco o militar, como recientemente lo hizo con la Secretaría de la Marina Armada de México, en el operativo del 31 de marzo en el Ejido Las Palmas, Niltepec Oaxaca, en donde se demuestra la indefensión de los migrantes frente a la violencia, armas y toletes de las autoridades que les persiguen, pero no sólo para detenerles sino para en el mismo acto golpearles y amedrentarles como si se encontraran frente a los más violentos y despiadados delincuentes.
En la lista de operativos se encuentran también los realizados los días 28 de febrero del 2008 en la comunidad, Las Palmas, Oaxaca; 14 de marzo del 2008 en un punto denominado Tembladera, Tapanatepec, Oaxaca, y el último de ellos en Arriaga Chiapas, el pasado 21 de Abril, con el mismo modus operandi de persecución y violencia, en el que las denuncias que se presentan contra los ejecutores de los operativos no son escuchadas, como ocurrió con la denuncia que presentára uno de los migrantes salvadoreños por el robo de mil quinientos pesos que cometiera un agente migratorio al momento de detenerlo.
Es así como hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses y personas de diversas nacionalidades son hostigados y violentados por su status migratorio así como criminalizados por la política represiva del Gobierno Mexicano, siendo estas mismas autoridades y otras que ante su presencia indocumentada se comportan en forma análoga, frente a las que se pretende que los migrantes acudan en busca de justicia cuando son víctimas de extorsiones, secuestros, robos, golpes o delitos sexuales cometidos en su perjuicio por parte de miembros de la delincuencia organizada o las mismas autoridades.
INDIFERENCIA
Hasta el momento, las instituciones responsables de garantizar la seguridad de los migrantes, han aplicado políticas represivas de “aseguramiento”, al margen de los estándares de los derechos humanos. Ante estos acontecimientos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos(CNDH) no ha intervenido enérgicamente para velar por el respeto de los derechos humanos de los migrantes; las organizaciones de la sociedad civil consideramos que ahora, contando con pruebas evidentes e irrefutables, la CNDH tiene elementos suficientes para elevar la voz respecto de las violaciones que se presentan contra los migrantes en tránsito en la frontera sur, por lo que confiamos en que dicho pronunciamiento no se hará esperar.
Más allá de todo discurso respetuoso de las garantías que otorga la Constitución, la realidad muestra la indiferencia y negligencia con la que actúa el gobierno mexicano cuando se trata de velar por los derechos de los trabajadores migratorios en tránsito por nuestro país.
Por lo anterior:
CONDENAMOS los hechos de violencia sobre los migrantes que transitan por nuestro país en el modus operandi del Instituto Nacional de Migración y de las autoridades involucradas en los operativos.
RECLAMAMOS la verdad y el cese de estos operativos anti migrantes y no deseamos que quede en el olvido y en la impunidad los actos de agresión y violencia en contra de los derechos de los migrantes que transitan nuestro país.
EXHORTAMOS a los organismos públicos de derechos humanos para que realicen las investigaciones necesarias de forma eficaz y profunda en relación a estos operativos al margen de los derechos humanos de los migrantes.
REITERAMOS que solamente a través del respeto de los derechos humanos consagrados en los instrumentos internacionales ratificados por México, de los cuales deben gozar las personas sin discriminación alguna, se podrá construir un Estado democrático y de derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario