viernes, 25 de enero de 2008
PRIMERA FILA
Por Rosalino Ortiz
RESCATE DE TRADICIONES
La mañana de este viernes 25 de enero del 2008, no fue un día para el disfrute “social”, como se acostumbra con el acompañamiento de botanitas de todos colores y sabores, pero sí resultó ser una fecha propicia para que me enterara y para comentar un tema interesante: el rescate de las tradiciones, esfuerzo que todavía sigue vivo en algunas personas bien nacidas y que quieren lo nuestro, a pesar de que navegan solitarios entre tanta gente que prefiere lo moderno, lo fácil, lo pomposo, lo que está de moda, y aunque sirva poco.
Efectivamente, el parque central “Miguel de Hidalgo” de la ciudad de Tapachula, Chiapas, fue el lugar donde me encontré con el arqui Carlos Andrés Luna Ruiz, ahora flamante director de Servicios e Imagen Urbana dentro de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de la administración municipal, quien muy contento me comentó que está metiéndole todos los kilos con tal de rescatar el parque ecológico ubicado al sur de la ciudad, frente al parque “Los Cerritos”.
Como ha de recordar el amable lector, dicho parque es el mismo que “regaló” el anterior alcalde Ángel Barrios Zea a unos billetudos de Tuxtla Gutiérrez, con la intención de construir allí una cadena de tiendas de autoservicio, que supuestamente generaría cientos de empleos para los tapachultecos o para los centroamericanos ya establecidos en esta tierra. Es el mismo parque al cual el gobierno del estado le quitó un pedazote para construir allí el Planetario, obra que se supone ampliará el horizonte cultural de la población.
Pues bien, como en la anterior administración no querían saber nada del parque ecológico, lo abandonaron por completo. No le dieron ni un solo machetazo al monte y en consecuencia, fue presa de la maleza y también fue presa de la delincuencia, ya que amantes de lo ajeno se llevaron de allí todo el cableado del alumbrado que dejó el gobierno de José Antonio Aguilar Bodegas. Es decir, está en ruinas, y es eso precisamente lo que desea rescatar Luna Ruiz. Una tarea difícil, pero que si cuenta con el apoyo del actual ayuntamiento, puede ser posible.
Por lo pronto, Luna Ruiz comentó que lo primero que están haciendo es limpiar toda esa área para rehacer la confianza en la gente para que vuelva allí, tal como lo hacían años antes. Más adelante, creo, ya habrá oportunidad de echar a andar otros proyectos, con miras al rescate total de ese parque ecológico en el cual están sembrados cientos de arbolitos de huacal, que es el distintivo del tapachulteco y que no se ha difundido ni explotado como tal.
Por otro lado, allí mismo en el parque central de la ciudad de Tapachula, en el mismo horario del encuentro con el arqui Andrés Luna Ruiz, también estaba presentándose una muestra gastronómica con la participación de maestros, alumnos y padres de familia de escuelas secundarias de la región, bajo la coordinación de la profesora María Dolores Gutiérrez Trujillo. Se trataba de la “Fiesta chiapaneca de la gastronomía”.
En dicha muestra gastronómica, los alumnos presentaron platillos regionales, platillos con comida típica de la región del Soconusco y Sierra de Chiapas, como por ejemplo: los tamales chiapanecos (de bola, de chipilín, de raja), el chipilín con camarón y bolitas de masa, el pozol, el mole de iguana, la tortilla hecha a mano, las empanaditas de plátano con frijol, la yerbamora en caldo, la pacaya baldada, el quishtán en caldo o guisado, el macús con huevo, entre otras delicias.
A este respecto, la profesora Gutiérrez Trujillo dijo que el objetivo no sólo era cumplir con parte de lo que ahora contiene la asignatura de historia, sino principalmente va implícita la idea de rescatar la tradición culinaria de la región. Es decir, a través de estas muestras las escuelas secundarias coadyuvan en la tarea de meter en el ánimo de los alumnos y de los propios padres de familia (y del público en general), que se promueva lo nuestro y nada mejor que rescatando nuestras costumbres.
La profesora María Dolores comentó, incluso, que le dio mucha pena escuchar en ocasión pasada, en una entrevista a través de la televisión nacional, cuando una persona contestó que la comida tradicional de Tapachula es el “Chao min”, cuando que este platillo es el distintivo de la gastronomía china. Y este absurdo es porque no se difunden las tradiciones de Tapachula, de la Costa o de la Sierra de Chiapas, que es precisamente el objetivo que llevó por delante la muestra gastronómica presentada este viernes en el parque central Miguel Hidalgo.
Claro, advirtió la profesora Gutiérrez Trujillo que en el caso de algunos platillos tradicionales, como el mole de iguana, el casquito en caldo o la tortuga guisada, éstos deberán concluir porque se está extinguiendo esta clase de animales. De todas formas, quedan otros como la gallina de rancho en caldo, o el coche trompudo en cualquiera de sus presentaciones, que también son riquísimos y los cuales no tienen ningún inconveniente en cuanto a su extinción.
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